El inmovilismo del Gobierno central en torno a las reclamaciones de los operadores jurídicos, particularmente jueces y fiscales, para mejorar el funcionamiento e imagen de la Justicia, ha llevado a estos colectivos a plantearse movilizaciones para visibilizar sus protestas, que de no cambiar la situación podrían conducir a una huelga, además de paros parciales y una manifestación en Madrid. Ayer, alrededor de 70 jueces y fiscales realizaron una concentración a las puertas del edificio Fueros de Aragón de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, para comenzar a dejar patente su malestar.

Las 15 medidas que plantearon ya hace un año han sido completamente desatendidas, de forma que las asociaciones de jueces y fiscales han decidido endurecer su reclamación mediante la protesta. Según resumió el juez decano de Zaragoza, Roberto Esteban, a la cabeza de la protesta, los paros parciales de jueces se mantendrán, salvo cambios, todos los jueves de 12.00 a 13.00 horas, mientras la manifestación de jueces en Madrid, que en principio estaba prevista para este mismo sábado, 14 de abril, se ha pospuesto, quizá para el siguiente. La huelga está planteada para el 22 de mayo, en una medida inédita desde febrero del 2009, cuando los magistrados fueron a la huelga por primera vez.

La medida, que fue el preludio de la dimisión del por entonces ministro socialista de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, tuvo especial eco en Aragón, la comunidad autónoma donde tuvo un mayor seguimiento, con un 66%. El juez decano de Zaragoza por entonces, Ángel Dolado, actual juez de lo Social que ayer también se sumó a la movilización, mostró entonces su satisfacción. Ayer, su sucesor en el cargo advertía de que, de no atenderse sus reclamaciones, las movilizaciones continuarán.

Las medidas que solicitan los jueces -y las de las fiscales, a los que apoyan- van encaminadas a distintos objetivos, desde reforzar la independencia judicial hasta modernizar la Administración de Justicia, además de mejorar las condiciones de vida de los profesionales.

En cuanto a las primeras, el juez decano aclaró ante los medios que los ciudadanos «pueden estar tranquilos» respecto a la imparcialidad de los jueces, pero el colectivo quiere medidas que despoliticen la elección de jueces del Consejo General del Poder Judicial, en favor de una elección por votación entre el propio colectivo. Por aquello de la mujer del César, de no solo ser independientes, sino parecerlo.

En cuanto a la modernización de la justicia, quieren un papel cero eficaz, un expediente electrónico que realmente funcione, no como entienden el actual, que da más trabajo del que quita. Como ejemplo, Esteban citó la inicial prohibición de transcribir las comparecencias grabadas en video, para luego implementar un programa que las transcriba automáticamente. Las experiencias de reorganización más avanzadas en cuanto a la Nueva Oficina Judicial, de Castilla y León o Murcia, tampoco les acaban de satisfacer, pues el juez acaba siendo «un cliente, un consumidor» de la estructura, cuando entienden que debería ser quien la liderase.