La esposa del empresario Miguel Cantero Molés, imputado en el caso saqueo, podría formar parte de la larga lista de sospechosos por la supuesta malversación de 80 millones en las obras de urbanización de Plaza. Todo dependerá de si lo solicita la Fiscalía Anticorrupción, después de que el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza, José Ignacio Martínez, haya abierto la puerta.

El magistrado lo ha hecho en un auto en el que, como adelantó EL PERIÓDICO, le deniega a Cantero Molés desbloquear una cuenta bancaria porque los fondos eran de su esposa, titular también de la misma. Afirma que "hay indicios racionales" de que el dinero existente --117.000 euros-- en esa entidad "proceden de la actividad ilícita de su marido".

Para ello se basa en el informe de 18 folios realizado por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional en el que se analizan los rendimientos de la señora Roca y las operaciones inmobiliarias del matrimonio, concluyendo que los ingresos anuales aproximados de ella son 28.000 euros.

PATRIMONIO Esta cantidad, según el estudio, "no es suficiente" para generar capacidad de ahorro para la adquisición de un inmueble, cinco plazas de garaje, dos trasteros, un local comercial y, por último, dos pisos con Cantero Molés.

Asimismo, destaca que desde el año 2011 al 2013 se ha recibido en dicha cuenta ingresos de 246.360 euros. El juez parte de que en el año 2011 tenían superada o agotada su capacidad de ahorro, puesto que tenían una liquidez inferior a 50.000 euros entre la venta de un inmueble de 2010 y la compra de un piso al año siguiente. Ante ello, afirma que "no se encuentran justificados los ingresos en dicha cuenta de 196.360 euros".

Vista esta situación financiera el magistrado Martínez recalca que la venta de varios inmuebles por parte de Cantero Roca Consultores SL pudiera ser ficticia "con el fin de ocultar bienes de su marido y de sus sociedades", por lo que existen indicios racionales para considerar que todo ello procede de la actividad ilícita del empresario al que se le achaca una malversación de 400.000 euros.

CUESTIÓN DE ESPOSA La familia Cantero-Roca consiguió hacer trabajos en la Plataforma Logística de Zaragoza gracias al exgerente Ricardo García Becerril. Ambos se conocían de finales de los años 90 cuando Cantero ocupaba en Aragón un cargo ejecutivo de Acciona que incluía la responsabilidad de las flotas de vehículos de la constructora y García Becerril estaba de directivo en la planta de Opel en Figueruelas.

Esta primera relación se fraguó especialmente en Plaza donde, según la UDEF, cargó a las arcas, vía UTE, gastos particulares como por ejemplo la obra de un apartamento en Salou de García Becerril.

La mujer del exgerente, Elena Planté, ya sabe lo que es estar imputada porque es una de las 21 personas que conforman el listado junto a sus hijas Carolina y Patricia. Esta ama de casa se convirtió en socia de Leónica Promociones SL --empresa controlada por los hermanos Margalejo-- con la intención, asevera el juez, de ser un medio para "la comisión, aprovechamiento y ocultación de la actividad delictiva, procediendo a un enriquecimiento ilícito e intentando aflorar parte del mismo con la adquisición de bienes inmuebles". Planté llegó a quedarse el 100% de la empresa previo desembolso de 260.000 euros.

Asimismo, pagó al contado la mitad del coste de un piso en Puerta Cinegia, edificio de viviendas de lujo de la capital aragonesa en el actualmente se vende un ático por 1.195.000 euros. En concreto, entregó al promotor 232.871 euros en efectivo. Algo que descuadra a la UDEF, ya que su marido Ricardo cobraba 109.000 euros al año.

En su declaración ante el instructor evocó algunas frases de la infanta Cristina ante el juez del caso Nóos. Explicó que ella se centraba en el hogar y que confía en su marido, el cual se encargaba de todos los asuntos relacionados con la gestión del patrimonio No obstante, sí dejó entrever que actuaba como testaferro con frases como: "Yo iba al notario cuando me decían y firmaba donde me indicaban". Su socio Ramón Margalejo también lo pensaba cuando afirmó que el exgerente le pidió montar una inmobiliaria porque tenía un dinero que quería utilizar.