Ebrosa puede proseguir con normalidad con las obras de construcción de la torre de 216 viviendas y 300 plazas de garaje en la plaza Europa, después del último sobresalto judicial. Este había llegado de la mano de la Asociación de Vecinos de Ebro La Almozara, que habían reclamado contra la licencia concedida por el Ayuntamiento de Zaragoza y reclamaron al juez, el pasado 19 de febrero la suspensión cautelar de los trabajos. Es decir, la paralización de una construcción que ya acumula varios años de retraso. El magistrado ha desestimado la petición, alegando, como argumento más contundente que la licencia se otorgó también para unas obras de urbanización que finalizaron tres días después de su demanda, el día 22. Pero el juez esgrime más razones.

El ayuntamiento le concedió la licencia a Ebrosa el 8 de marzo del 2017, tras una importante controversia por su proximidad al río Ebro de un proyecto de torre de hasta 20 alturas al que se le pusieron pegas hasta por la posible contaminación presente en los suelos. Finalmente salió adelante, aunque no acalló las voces de los vecinos de la zona y de grupos ecologistas, contrarios a la concesión de los permisos municipales.

Ante la petición de suspensión, la empresa alertó del perjuicio económico que podría ocasionar. El auto avisa de que «subsidiariamente, pide una fianza para garantizar por cuatro años las pérdidas, de las que corresponderían, cada año, 140.250 euros al coste financiero del préstamo hipotecario y 250.000 al resto de perjuicios, totalizando 1.600.000 euros, en cifras redondas».

NUEVE MESES DESPUÉS // Además, apunta a la «imprecisión técnica» de la solicitud vecinal que comparte el magistrado, Javier Albar, titular del Contencioso-Administrativo número 2 de Zaragoza.

Pero los tiempos le han jugado una mala pasada a los recurrentes de la licencia. Sobre todo porque, destaca el juez en su auto, el recurso a la licencia concedida en marzo del 2017 se presentó en mayo de ese mismo año, y «no pidió la medida cautelar hasta la presentación de la demanda, fechada también el 19 de febrero del 2018». Y añade que se hizo, «habiendo dejado que se inicien los trabajos y que la empresa licenciataria haya ido llevando a cabo contratos». El ayuntamiento, por su parte, se remite a la concesión «reglada» de la licencia y a que cualquier afectación legal a la misma «podría devenir en una reclamación del licenciatario», Ebrosa.

Los vecinos alegan un impacto negativo en el freático que afectará, ante cualquier crecida, a otras zonas del barrio, ya que la construcción será un cajón de hormigón introducido en él. Así como el riesgo de contaminación del río al empujar al cauce los restos presentes en el subsuelo. Pero el juez constató que la Dirección General de Sostenibilidad del Gobierno aragonés y la Confederación Hidrográfica del Ebro ya emitieron un informe favorable en julio y agosto del 2017, respectivamente. Así, determina que no procede la suspensión por entender que son «simples afirmaciones, carentes de apoyo probatorio o de informe pericial que las corrobore».