El magistrado del Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2 de Zaragoza ha ordenado a los forense del IMLA (Instituto de Medicina Legal de Aragón) que efectúen una valoración de la capacidad auditiva de Manolo M. M., imputado en el crimen de Cadrete y que sostiene que la noche que Vanessa Barrado murió no oyó nada.

Mantiene que se encerró en su habitación con la hija común de la víctima y del principal acusado --su hermano Cristóbal M. M.-- y que no oyó gritos ni ninguna pelea porque padece hipoacusia. La valoración de su capacidad auditiva fue solicitada por su defensa.

Esta es una de las últimas pruebas que restan para que concluya la instrucción de las diligencias del crimen de Cadrete. Otra, que también deberá ser practicada por los forenses del IMLA en el caso de que el juez acuerde que se lleve a cabo, consiste en analizar qué grado de alcoholismo padecía en la fecha de la muerte de Vanessa --final de junio del 2012-- Miguel M. M., a quien las investigaciones del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía señalan como la persona que, presuntamente, ayudó a Cristóbal a descuartizar el cadáver de Vanessa y a deshacerse de los restos, parte de los cuales fueron hallados en una chopera de Cadrete.

La práctica de esta última prueba, no obstante, tardará unas semanas en ser acordada, ya que la abogada que defendía a Miguel M. M., designada por el Turno de Oficio, ha renunciado a representarle.

DEFENSOR El juez instructor deberá esperar a que el Colegio de Abogados le designe un nuevo defensor, salvo que el imputado decida nombrar a uno de pago.

El crimen de Cadrete será enjuiciado por un jurado popular en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza en un juicio que, según explicaron fuentes jurídicas, se celebrará a finales de este año o principios del siguiente.

En el banquillo se sentarán los cuatro hermanos M. M., tres de los cuales --Cristóbal, Miguel y Manolo-- se enfrentarán a cargos de asesinato al señalarlos las acusaciones de los familiares de la víctima como presuntos autores materiales de la decapitación de la joven. Jéssica está imputada por encubrimiento. Las defensas piden la absolución.