La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcañiz, Dolores Basanta, acordó ayer abrir diligencias previas por un delito de homicidio el caso de Joel García, el joven de Andorra que fue abatido por un guardia civil cuando, presuntamente, iba a apuñalarle en el pecho.

La jueza, que ya tiene sobre su masa el informe preliminar de la autopsia en el que se destaca que recibió tres disparos, sigue a la espera de que Criminalística de la Guardia Civil le remita el atestado. Por el momento, y a la espera de tener toda la documentación pertinente, la instructora no ha citado a nadie a declarar. Desde la asociación AEGC ya se han puesto en contacto con el agente para ofrecerle defensa letrada a través del abogado Jorge Piedrafita, quien opinó que es «prematura» una apertura de diligencias por homicidio cuando no se ha entregado el atestado. «Se pide respeto a la presunción de inocencia del agente, que ante la información disponible actuó en legítima defensa ante un ataque que puso en riesgo su vida y la de terceras personas», recalcó.

El padre calificó de «incompetentes» a los agentes en las redes sociales y, según fuentes del entorno, la familia estaría estudiando si personarse como acusación. En poder de los investigadores está el chaleco de nivel 2 (que protege de ataques con armas blancas y de fuego) y que, según la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, evitó que el agente resultara herido en el pecho. Una prenda que resultó inservible, según fuentes consultadas, puesto que presenta una serie de cortes que demostrarían que la respuesta del guardia civil fue para salvar su vida y zafarse de un agresor, al que durante dos horas trataron de tranquilizar. Según la versión de los agentes, Joel fue contra los cuatro agentes que formaban una especie de rombo. El posicionado en la parte delantera, al igual que los que le escoltaban en los flancos, portaban en una de sus manos unas defensas extensibles y escudos que pudieron repeler el ataque del joven, que iba armado, pero se abalanzó sobre el cuarto que, por protocolo empuña el arma, y este le disparó tras intentarle apuñalar