La magistrada encargada de investigar la supuesta sustracción de 361 botellas de bebidas alcohólicas, ropa de Inditex y perfumes que estaban bajo custodia de la Jefatura Superior de Policía de Aragón acaba de imputar a cinco agentes como supuestos responsables de un delito de apropiación indebida y otro contra la administración de justicia por quebrantamiento de depósito.

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, Natividad Rapún, cita a declarar un inspector jefe, E. G. B., un subinspector, R. A. P., y a otros tres agentes J. M. H. M., M. D. C. y O. J. G. L., el próximo 19 de diciembre. Lo hace, tal y como señala en el auto, después de recibir unas diligencias policiales realizadas por el departamento de Asuntos Internos. Se da la circunstancia que cuatro de ellos fueron suspendidos de empleo y sueldo a principios de este mes.

La investigación interna, ordenada por el jefe superior de la Policía en Aragón, Juan Carlos Hernández, se inició el pasado 17 de septiembre tras la recepción en la Policía de un anónimo en el que se hablaba de prácticas corruptas de varios agentes. El día 28 de ese mismo mes, la investigación estaba finalizada y señalaba a los cinco agentes que ahora acaba de imputar la jueza instructora.

Dicho informe al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, recaba el testimonio de varios agentes que trabajaban el fin de semana en el que ocurrieron los hechos que están bajo sospecha, el 8 y 9 de septiembre.

Estos funcionarios policiales indican que quien fuera subinspector de Hurtos dejó en un sobre una llave dentro diciéndoles que era para un inspector jefe, quien pasó a recogerlo. Preguntó si había pasado algo o alguna incidencia a lo que esta persona le contestó «que no, que simplemente iban a vaciar los calabozos por posible apertura en los Pilares».

Uno de esos agentes explicó a Asuntos Internos que aquel día llegó a bromear con uno de los agentes sospechoso sobre si se habían roto muchas botellas por el camino y que la contestación que recibió fue «que habían hecho un apartado en el inventario para botellas rotas».

Pero Asuntos Internos no se centran solo en estas declaraciones, si no que han analizado también las cámaras de seguridad de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y, concretamente, la entrada del garaje, del hall de los calabozos y de las celdas en las que se guardaban más de 2.061 botellas (valoradas en 30.000 euros) en una operación del Grupo de Hurtos de la Policía Nacional, en septiembre del 2017, y otra llevada ese año por el mismo grupo policial contra una banda de camioneros que sustraía mercancía del almacén de Inditex en Zaragoza y enviaban la Rumanía.

En dichas imágenes se observa a cuatro personas abriendo las cajas de cartón que están en el interior de los calabozos, manipulando muchas de ellas, cambiando contenido de alguna y llevándose algún objeto de su interior. Alguno de los agentes abre los envoltorios de los produjos de las cajas, los fotografía y parece que manda posteriormente dicha imagen a otra persona a través del móvil.

En otros casos se observa como rompen los precintos con los que la Policía preserva la custodia de las pruebas, incluso alguno de los oficios de los calabozos, y prueban algunas colonias y cremas.

Asimismo, los agentes que realizaron la investigación interna observaron que las cajas de cartón que estaban precintadas y en buen estado en el interior de los calabozos no son las mismas que están depositadas en un almacén del edificio de General Mayandía. Añaden que, además de las 361 botellas que faltan, hay 110 que pudieron ser repuestas tras la denuncia anónima.