L a jueza Sara Cristina García Casanova, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz, acordó en un auto fechado el lunes levantar el secreto de las actuaciones respecto al crimen de Igor el Ruso, el asesinato a tiros del ganadero José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero en Andorra, el pasado mes de diciembre. La instructora considera que, con las diligencias practicadas hasta ahora, no tiene sentido mantener la causa secreta, con lo que las partes personadas podrán tener acceso a las pesquisas, previsiblemente a partir de hoy.

Por contra, la jueza mantiene restringida la pieza secreta de investigación tecnológica que abrió a finales de diciembre, en la que aparentemente se analizan el teléfono móvil y el ordenador que llevaba encima Norbert Feher cuando fue detenido en una carretera cercana a Cantavieja, tras sufrir un accidente.

Con el levantamiento parcial del secreto, las acusaciones personadas como acción popular, acompañando a la familia de las víctimas (la Asociación Unificada de Guardias Civiles y la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón) podrán comenzar a comprobar si sus sospechas de que el dispositivo para la captura de Igor el Ruso fue insuficiente, son ciertas. Aunque esto está por ver, ya que la investigación sobre el primer tiroteo de Albalate del Arzobispo, del 5 de diciembre, las está llevando un juzgado distinto.

Feher, que aparentemente confesó todo ante la jueza que le tomó declaración tras ser detenido por la Guardia Civil, continúa recluido en Zuera, sometido a una estrecha vigilancia dada su peligrosidad. No en vano, antes de protagonizar el tiroteo de Albalate, con dos heridos de bala, y el posterior de Andorra, con las tres citadas víctimas mortales, ya estaba fugado de Italia, donde le achacan al menos otros dos crímenes. De hecho, él manifestó que deseaba ser extraditado a Italia, pero antes deberá responder por sus crímenes en Teruel.

INVESTIGACIÓN

Por lo que ha trascendido hasta ahora, Feher llevaba un tiempo ocultándose en masicos (casas de campo) de la zona de Albalate del Arzobispo y Andorra, cuando un vecino de la primera localidad, acompañado de un herrero en funciones de cerrajero, les sorprendió en su propiedad, y les recibió a tiros. Días después entró en la casa de Iranzo, y mató a este en las inmediaciones de la casa y a dos de los primeros guardias civiles de los equipos Roca que acudieron al lugar.

Tras los funerales, comenzó un movimiento impulsado sobre todo por los amigos de Iranzo, reclamando más seguridad para el medio rural y criticando el operativo tras el primer tiroteo, por escaso. El pleno del Ayuntamiento de Andorra incluso aprobó pedir la dimisión del delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y el subdelegado en Teruel, José María Valero.