Cuatro zaragozanos han sido absueltos del delito ecológico por el que inicialmente se enfrentaban a tres años de prisión, por rebuscar chatarra en el vertedero de Torrecilla de Valmadrid. Dos de ellos habían aceptado los hechos, con una condena algo menor, pero finalmente la titular del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza también los ha exonerado. Yendo al fondo del asunto, la magistrada María José Alegre concluye que sí revolvieron los residuos, pero que su actividad no es lo suficientemente grave como para conllevar castigo penal.

Los hechos se remontan al 12 de mayo del 2011, cuando los inspectores de la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la DGA comprobaron en el vertedero que varias personas estaban revolviendo residuos. Estas prácticas llegaron a provocar pequeños incendios, y tras intervenir el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, la dirección general reforzó la protección del basurero.

Estando en vigor esta nueva orden --del 22 de noviembre--, al día siguiente, agentes de la Guardia Civil sorprendieron a tres de los acusados dentro del recinto, usando dos retroexcavadoras para remover los residuos y seleccionar la chatarra. El cuarto acusado había alquilado una de las máquinas, y la jueza le atribuye también el haberla utilizado para lo mismo en días anteriores.

REQUISITOS

Dando esto por sentado, dos de los cuatro acusados --representados por Pedro Garcés-- pactaron penas de multa y dos años de prisión, pero los asistidos por Alfredo Herranz y Felipe Lafuente no reconocieron los hechos. Y su empecinamiento ha beneficiado a todos. Porque, para la jueza, el movimiento de residuos no causa un grave pejuicio en el equilibrio de los sistemas naturales, una de las condiciones del delito ecológico que lo separa de la infracción administrativa. O al menos, no quedó demostrado.

La Fiscalía sostenía que se produjo "una grave contaminación del subsuelo por la mezcla de las aguas de lluvia con los lixiviados, además de provocar incendios por la combustión interna de los residuos, el humo de los cuales podría afectar, de empeorar la situación, al cercano núcleo de población de Torrecilla de Valmadrid".

Pero la magistrada, por los testimonios de los guardias civiles, solo constató el riesgo de incendio; concluye que "dado el estado previo del vertedero y ante la falta de una pericial o estudio detallado sobre el terreno donde fueron sorprendidos los acusados", que debería haberse practicado en la instrucción, no puede determinar con seguridad la gravedad de la afección. Por ello, absuelve a todos los chatarreros.