El hasta ahora presunto jefe del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, fue imputado y enviado ayer a prisión por la jueza antiterrorista de París Laurence Le Vert. Txeroki está imputado por "dirección de una asociación de malhechores con objetivos terroristas" y por otros delitos. Sin embargo, la magistrada no acusa a Aspiazu de asesinato por el atentado que costó la vida a dos guardias civiles en Capbreton (Landas) porque, hasta ahora, según Le Vert, ningún elemento de la investigación permite afirmar que Txeroki participara directamente.

Tras las 96 horas reglamentarias de detención provisional, Txeroki y su compañera, Leire López Zurutuza, fueron presentados en la madrugada de ayer ante la jueza. Txeroki se negó a declarar y fue imputado en el sumario de Capbreton como dirigente de ETA y por su participación en los actos preparatorios del atentado, en concreto por "encubrimiento de robo en banda organizada" y posesión y transporte de explosivos. Además, en otro sumario abierto tras su detención, Txeroki ha sido imputado por posesión de armas, encubrimiento de robo, uso de matrículas falsas y posesión de documentación falsa. El exdirigente de ETA podría ser condenado por estos hechos a 20 años de cárcel.

López Zurutuza ha sido imputada en el sumario de Cauterets por "asociación de malhechores en relación con una empresa terrorista".

ENTREGA TEMPORAL Fuentes de la fiscalía de París aseguraron ayer que no habían recibido aún ninguna petición de las autoridades españolas para la entrega temporal de Txeroki a España, pero responsables de la fiscalía de la Audiencia Nacional tienen previsto viajar a principios de diciembre a Francia para hacer la solicitud. Además, la fiscalía ha remitido a las autoridades francesas las declaraciones policiales de los miembros del comando Nafarroa detenidos, quienes aseguraron que Txeroki les había confesado su participación en el asesinato, en diciembre del 2007, en Capbreton, de los guardas civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno. Txeroki, además, tiene pendiente de cumplimiento una condena de seis años en Francia por asociación de malhechores, que le fue impuesta el pasado 22 de octubre.

Fuentes de la lucha antiterrorista españolas barajan la posibilidad de que Txeroki mintiera a sus subordinados. Estos revelaron al juez datos que únicamente podría conocer alguien que participó en el atentado. Sin embargo, los expertos creen que Aitzol Iriondo, su lugarteniente, podría ser el asesino y haberle contado los detalles. Además, aseguran que los testigos no identificaron a ninguna persona que coincidiese con las dimensiones físicas de Txeroki, informa Patricia Martín.