Tamara V. T. y su entonces novio Jesús Manuel G. M. se sentarán próximamente en el banquillo por no contener la rabia acumulada y agredir a su exmarido, quien horas antes había prendido fuego la vivienda de la calle Francisco Izquierdo Molins en la que ambos dormían junto a los hijos de ella. El ataque fue en el propio hospital Materno-Infantil de Zaragoza, donde acudió este hombre, Miguel Ángel S. L., para ir a ver a los dos menores que permanecían ingresados por intoxicarse con el humo. Él iba acompañado de sus hermanas, que también resultaron heridas.

La Fiscalía Provincial de Zaragoza solicita para cada uno de los procesados una condena de dos años y medio de prisión por un delito de lesiones. Asimismo, pide una orden de prohibición de aproximarse a menos de 200 metros tanto de sus domicilios como de sus lugares de trabajo o cualquier establecimiento que frecuenten en tres años. Tampoco quiere el ministerio público que durante ese mismo periodo de tiempo intenten comunicarse con las tres personas agredidas.

Junto a dichas penas, la acusación pública considera que los dos procesados, defendidos por los abogados Alberto Peiró y Joaquín Enciso, deberían indemnizarles con más de 8.000 euros.

Unas peticiones que la fiscalía basa en un relato de hechos que se remonta a las tarde del 23 de agosto del 2017. Tamara V. T. y Jesús Manuel G. M. se encontraban en la puerta del centro hospitalario donde estaban los dos niños.

VISITA / Señala el ministerio público que fue la propia Tamara V. T. la que «se percató» de que en el lugar estaba la hermana del padre de los niños, de 5 y 11 años. Tras la ruptura de la pareja no mantenían relación alguna. En ese momento, «hubo un intercambio de palabras, si bien de ahí pasaron a una agresión con las manos, propinándole incluso un empujón y la tiraron al suelo».

Instantes después llegó a la puerta del hospital Miguel Ángel S. L. acompañado de su hermana. Cuando iban a entrar al ascensor para subir a la planta en la que estaban ingresados los dos menores, los acusados, supuestamente, agredieron primero a su excuñada a la que agarraron del cuello y propinaron una patada que le hizo caer al suelo. Después fueron a por Miguel Ángel S. L. a quien le dieron un puñetazo en la cara. Como consecuencia de las palizas, los tres agredidos sufrieron, entre otras lesiones, traumatismos craneoencefálico, contusiones, fracturas de la clavícula, erosiones en los antebrazos y rotura del metacarpiano».

CON PROTECCIÓN / Paradójicamente, Tamara V. T. cuenta con con protección, después de que un informe psiquiátrico de Miguel Ángel S. L., señalara que existe un «altísimo riesgo» de que podría volver a actuar de la misma manera contra su expareja.

Miguel Ángel S. L. fue arrestado por el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón tres días después del incendio del inmueble en que 18 personas resultaron heridas por el humo. Desde el primer momento, Tamara V. T. le señaló como el responsable del incendio, por lo que los policías centraron la investigación contra él.

El arresto se precipitó cuando los agentes le sorprendieron con un WhatsApp en el que señalaba: «Le he prendido fuego. Estoy cagao (sic). No me esperaba esto».

Previamente, la Brigada de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Aragón descubrió que se habían utilizado acelerantes en el incendio y, concretamente, que el sospechoso había aprovechado que las ventanas de la casa de su exmujer estaban abiertas para lanzar unas pastillas de barbacoa ardiendo.

Este incendio provocado pudo ser una tragedia. Cuando la Policía Local llegó al lugar el fuego estaba muy avanzado, con grandes llamaradas en el interior de la vivienda y explosiones en el cuadro eléctrico de la fachada.Para acceder al inmueble, un bajo donde quedaba un menor, los bomberos tuvieron que rodear el edificio y saltar dos tapias para acceder a la terraza del piso bajo mientras se guiaban por los sollozos del pequeño, quien fue localizado inconsciente escondido bajo una cama.