El juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza acogió ayer el juicio a una exempleada de Fincas Lanuza, del Grupo Fincas Atlanta, cuyo responsable, Eduardo Lacasta --imputado por dejar un agujero de 40 millones en el grupo--, se sentó en el banquillo como responsable civil de los 800 euros de una fianza perdida.

Fiscalía pide un año de cárcel para la exempleada, que firmó el recibí de una señal que no fue depositada en la DGA, pese a que fue Fincas Lanuza la que contactó con la casera para ofrecerle inquilinos. La administrativa, defendida por Manuela Blasco, aseguró que ella no depositaba las fianzas. Contó que abandonó el trabajo por las quejas de clientes y por que le cambiaron el contrato antes de firmarlo.