Nueve habitantes de la pardina de La Selba, en la comarca del Sobrarbe, se sientan hoy ante el juez de Boltaña acusados de usurpación por haber ocupado los edificios de una antigua aldea que fue expropiada en los años 60, al construirse el embalse de El Grado. El fiscal pide su desalojo y penas de cárcel entre los tres y los seis meses.

Los nuevos residentes llegaron a La Selba en el año 2010 procedentes de Cataluña. Empezaron a acondicionar una casa y un pajar y recuperaron los huertos y cultivos arbóreos que había a su alrededor. Siete años después, argumentan, gracias a la agricultura y el pastoreo, han rescatado del abandono una aldea perdida en el Sobrarbe a la que solo se puede llegar por una pista sin asfaltar.

Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), propietaria del paraje, consideran que el hecho de que la pardina se haya repoblado incrementa el riesgo de incendio.

Los pueblos de la zona y la comarca del Sobrarbe en general se han movilizado a favor de los habitantes de La Selba. «Reciben mucho apoyo social», señaló Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa, que subrayó que, antes que llegar a juicio, es preferible que los nuevos vecinos y la CHE se pongan de acuerdo y que todo se haga «dentro de la ley».