La detención, en junio del 2016, de una técnico sanitaria del laboratorio de Micobacterias del hospital Miguel Servet de Zaragoza por, supuestamente, inocular tuberculosis en muestras de pacientes sanos marcó un antes y un después en la seguridad de estas instalaciones. Así lo reconocieron ayer las propias trabajadoras del mismo durante el juicio contra María Pilar V. V., celebrado en la Audiencia Provincial. Hasta ese momento no había cámaras de seguridad en el pasillo y el acceso a cepas tan contagiosas como las de este virus no estaba restringido de ninguna forma entre el personal. El único control era el de entrada al laboratorio general en el que trabajaban en aquel momento 70 personas.

Una situación que empleó en su defensa la acusada, quien aseguró que era inocente de los delitos de lesiones, daños y riesgo contra la seguridad por los que la Fiscalía le solicita 19 años de cárcel. Se detectaron 7 falsos positivos que obligaron a medicar a personas sanas. María Pilar V. V. no dudó en señalar que a la zona en la que ella trabajaba «pudo haber accedido cualquier persona». «Todas somos técnico especialista de laboratorio y tenemos conocimientos para hacer lo que supuestamente se me imputa ya que no hace falta tener unos conocimientos tan técnicos», recalcó a preguntas de su abogada defensora Olga Oseira.

De esta forma se adelantó a quien fuera su jefa de departamento, María José Revillo, que no tiene duda alguna de que fue la acusada por dos razones: «Porque tenía conocimiento para ello y porque coincide con los días en los que ella trabajaba en el laboratorio». Otra de las sospechas sobre la acusada y que resaltaron varios de los testigos, es que la procesada no quería cambiarse a otra especialidad y que esta actitud podría responder a una especie de sabotaje. Una teoría que, inicialmente, trató de desmontar la abogada de la defensa con las fechas (21 de marzo y 4 de abril) en las que se produjeron las manipulaciones de la tuberculosis «porque son previas a su traslado».

Los policías que investigaron este caso no dudaron en señalar a María Pilar V. V. como autora de los hechos que se le imputan. Aunque reconocieron que su investigación se basó en el expediente laboral abierto por el Salud, aseguraron que tras tomar declaración a todos los testigos lo corroboraron. También echaron en falta más seguridad.