La fiscal de la Audiencia de Navarra solicitó ayer 35 años de prisión para el vecino de Teruel José Javier B.G. por los presuntos malos tratos cometidos contra su compañera y sus tres hijos durante 17 años de convivencia, así como por violar dos veces a su hija de 15 años.

El acusado fue detenido cuando la menor se atrevió a contar a una psicóloga, cuatro meses después, lo que le había hecho su padre a partir del mes de noviembre de 1999, cuando la madre de la víctima había abandonado el domicilio familiar.

Durante su declaración, el acusado negó las agresiones a su mujer y a sus tres hijos, de 15, 14 y 8 años, y calificó la relación familiar de buena, aunque añadió que su hija mayor era "más distante".

Sobre las presuntas violaciones cometidas a su hija cuando se trasladaron a vivir a la localidad navarra de Cortes, manifestó que no era cierto lo que había contado su hija.

La víctima, que ahora tiene 18 años, explicó que, a finales de diciembre de 1999, cuando su madre ya había abandonado el domicilio familiar por las palizas, el acusado se llevó a la hija a una localidad de Teruel, donde habían vivido un tiempo. Allí, comenzó a tocarle por todo el cuerpo y, ante su resistencia, "no paraba de golpearme", según informó Efe .

A principios de febrero del 2000, en la vivienda que ocupaban en Cortes, el acusado la llevó a su habitación y, tras tras agarrarla del cuello, la penetró. Quince días después, esta vez en la habitación que compartía la joven con su hermana, "volvió a hacer lo mismo", Cuando el acusado realizó un tercer intento, la víctima abandonó el domicilio y se marchó con su madre.

TESTIGOS Esta versión fue avalada ante el tribunal por su madre, a la cual le contó los hechos a través de una carta por la "vergüenza que sentía", y por su hermana de 14 años, quien la oyó gritar el día que su padre la violaba por segunda vez.

La excompañera del acusado dijo que su primera hija ya nació prematura por una paliza que le propinó éste, motivo por el que le abandonó durante cuatro años.

Seis peritos psicólogos coincidieron en apuntar la "total credibilidad" que le habían dado al relato de los hechos por parte de la víctima, avalados, según insistieron, por datos objetivos, además de coincidir también en la necesidad de un control de la joven por ese "estrés postraumático grave" que todavía sufre.

La fiscal solicitó un año de prisión por un delito de violencia doméstica; 13 por cada una de las dos violaciones; 5 por un delito de agresión sexual consumado y tres más por otro en grado de tentativa.