Historiador

Ha escrito la Memoria de las calles de Zaragoza en cinco tomos y acaba de editar el último, con los índices de los cinco. También es autor de la

Crónica de Zaragoza, año por año.

Desde 1900 hasta el que abarca de 1961 al 75 y acaba de ser editado, también con los índices.

--¿Cuántas calles tiene Zaragoza?

--No lo sé, pero debemos estar en las 2.400 más o menos. Se abren calles continuamente. La ciudad está creciendo mucho.

--¿Y se sabe cuál fue la primera calle?

--Vamos a hacer una interpretación: como la ciudad es romana, se planificaban antes de construirse y se puede decir que las dos primeras calles son el Cardo, que correspondería a la calle don Jaime, y la otra perpendicular, del Decumano, la calle Mayor, Espoz y Mina. En el cruce de las dos se organizaba el foro y el límite era el Coso.

--¿Por qué le dio por conocer la historia de nuestras calles?

--Yo no he tenido la idea de un libro y he paseado para conseguirlo, sino al revés; después de tanto tiempo paseando se me ocurrió plasmarlos en unos recuerdos que son los libros. Y hay otra serie, que son crónicas de Zaragoza en el tiempo.

--¿Hay alguna calle atribuida a algún personaje un tanto extraño?

--Hombre, por ejemplo el Parque de Macanaz, que fue un ministro turolense del siglo XVIII vilipendiado por los historiadores actuales.

--¿Alguien pagó para tener una calle?

--No creo... A veces se han dado nombres de calles por sectores donde alguien tenía propiedades.

--Me han contado varias versiones sobre el barrio de las Delicias.

--Ese barrio se llamó antes la Explanada y además, entonces las Delicias estaban en la calle Alfonso, que es donde vivía la gente, no en una parcela...

--¿De dónde viene el nombre del barrio de Venecia?

--Venecia, que es uno de mis barrios preferidos, viene simplemente de tener un canal. Los primeros colonos vieron allí una Venecia, que ahora resulta un poco rimbombante.

--¿Y Actur?

--Actur es un nombre totalmente inapropiado porque responde a las siglas de actuación urbanística (urgente), un nombre de plano cuando no tenía ninguno. Y se ha quedado para los restos. Su verdadero nombres es polígono Rey Fernando.

--¿Le gustaría a usted tener una calle?

--Es un orgullo, pero no me lo he planteado ni de lejos. Para eso creo que hay que morirse primero. Hubo una disposición de Primo de Rivera que decía que para tener una calle hacía falta que se hubiera muerto el titular hace quince años. Una disposición que no se cumple.