Pablo Miguel Canales Lahoz no es el autor del crimen de Eduardo Montori, alias Falconetti, hace 20 años en Ejea de los Caballeros. Así lo ha considerado el jurado que hoy se ha reunido en la Audiencia Provincial de Zaragoza para deliberar sobre si era culpable o inocente.

Los miembros del tribunal popular consideran que no hay pruebas suficientes para condenarle. El encausado siempre mantuvo que era inocente y que no iba a matar a una persona que era amiga suya.

Los hechos que inicialmente relataba la Fiscalía en su escrito de acusación se remontaban a la madrugada del 9 de septiembre de 1996 cuando, según señalaba entonces el ministerio público, Pablo Miguel Canales Lahoz accedió al domicilio de la víctima, con la que mantenía una relación de amistad y con la que se dedicaba al tráfico de drogas a baja escala. Tras una discusión, posiblemente relacionada con sus actividades ilegales, el procesado, que contaba entonces con 24 años, le asestó a su víctima múltiples puñaladas en el tórax que le causaron dieciséis heridas que afectaron en su mayor parte a órganos vitales. El fiscal apunta que el acusado depositó posteriormente el cadáver en la cama de la propia víctima y le cortó la cabeza con el arma blanca que portaba antes de quemar el cuerpo.

La cabeza de Montori nunca llegó a ser localizada por los agentes de la Guardia Civil que se hicieron cargo de la investigación del crimen