Edgar Leonardo Montaño Sánchez acuchilló mortalmente a Pedro Manuel Cardo por la espalda, sin posibilidad de que se defendiera, y sin estar afectado por el alcohol que había bebido ni fuera de sí por el atraco que acababa de sufrir. Así lo decretó ayer el jurado popular que escuchó durante dos días su testimonio, el de sus amigos, el de la policía y los forenses y el del único testigo presencial de la agresión.

Así pues, Montaño fue declarado culpable de asesinato sin atenuantes, castigado con entre 15 y 20 años de prisión. Entre estos límites --que son los que piden, respectivamente, la defensa y la familia de la víctima--, y los 18 años que pide la Fiscalía, se moverá ahora el presidente del tribunal, el magistrado Alfonso Ballestín, para imponer la pena.

Según los hechos probados del veredicto, Montaño regresaba a su casa, la mañana del 1 de diciembre del año pasado, cuando dos individuos le atracaron en su portal. Subió a su casa, dijo a su mujer que llamase a la Policía, y tras coger dos cuchillos de cocina salió, diciendo que iba a "alcanzar" a los agresores.

En su camino, en la calle Escoriaza y Fabro, se encontró con la víctima, Manuel Cardo, a la que comenzó a gritar. Pero este no le oyó, porque llevaba cascos. Se le acercó, le quitó un auricular y le repitió que le pidió algo --al parecer confundiéndole con su atracador, aunque el veredicto no lo refleja--. El joven le dijo que no llevaba nada y se volvió para seguir andando.

"Sin mediar más palabras, Edgar (...) sacó de la parte trasera de su pantalón uno de los cuchillos" y, "con gran fuerza y violencia se lo clavó por detrás, con el propósito de causarle la muerte", recoge el jurado, que no cree que la víctima pudiese haberse defendido ni presentir el peligro.

Tampoco dan veracidad a que, aunque Montaño estuviese bebiendo, le afectase, ni que estuviese ofuscado. Los nueve hombres justos tampoco son partidarios del indulto.