El jurado que durante toda esta semana ha estado escuchando las pruebas de la investigación del crimen de la calle Mompeón Motos de Zaragoza, en el que falleció el senegalés Lamine Gueye, decidió ayer que el acusado, Brayan Millán Gálvez, le golpeó con la culata de la pistola en la cabeza pero con intención de lesionarle, no de matarle.

En base a este veredicto, la Fiscalía rebajó su solicitud inicial de pena de 18 años por asesinato a cinco por lesiones con instrumento peligroso y homicidio por imprudencia. El abogado de Millán, Javier Osés, que inicialmente pedía la absolución, pidió que se le aplicara la mínima pena posible por este delito, que estima en dos años y medio. Ambos apuntaron que recurrirán la sentencia, cuando el magistrado presidente la dicte, para defender sus pretensiones iniciales.

ARMA SIMULADA El jurado solo pudo optar, en el objeto del veredicto --el cuestionario con preguntas que tienen que declarar probadas o no probadas con sus votos--, por considerar que Millán golpeó a Lamine Gueye con intención de matarle o sin ella. Optó por esta segunda por varios motivos, según expuso la presidenta del jurado. Por ejemplo, que si hubiese querido matarle habría llevado una pistola real u otro arma.

También razonaron que no se aseguraron de que la víctima estaba muerta --de hecho, vivió unos 15 minutos tras la agresión, según declararon también como probado--.y que huyeron del lugar precipitadamente y dejándose ropa. Algo que no ven compatible con un asesinato premeditado.

Según considera acreditado el jurado, Brayan Millán Gálvez, con su hermano pequeño, J. --que fue condenado a siete años de reclusión por el mismo asunto, más de los que cumpliría su hermano, tras ser juzgado como menor--, convencieron a Victoriano Marco Girón y Ovidio Andrei Daian para que les acercaran de Calatayud a Zaragoza, el 11 de mayo del año pasado, para comprar marihuana a Lamine Gueye. Estos últimos ya aceptaron condenas de seis meses de prisión por encubrimiento en este mismo juicio.

Ambos hermanos, que ya habían tenido tratos con Gueye a través de conocidos comunes, contactaron a través del móvil con él para que les dejara subir a su casa, y así lo hicieron. Llevaban una pistola detonadora. Allí tomaron un refresco --había ADN del menor en una de las latas-- y discutieron con Lamine, mientras este había enviado a un amigo suyo a otra casa a buscar la droga.

Uno de los hermanos --no han visto demostrado cual-- disparó al aire dos veces para amedrentar a Gueye, y le golpearon en la frente, tumbándolo en la cama para buscar la droga. Al no encontrarla, le golpearon dos veces más en la cabeza con la pistola, rompiéndole el cráneo.

Al ver cómo sangraba, prosiguen los hechos probados, se asustaron, se quitaron las camisetas ensangrentadas y huyeron, diciendo a sus amigos que les volvieran a llevar a Calatayud y contándoles lo ocurrido.

Al llegar a Calatayud se enteraron de que Lamine Gueye había muerto y decidieron viajar a Madrid, con los mismos chóferes, donde se escondieron unos días hasta que creyeron que las cosas se habían calmado y volvieron a Aragón. Allí les detuvo la Policía.