El Justicia de Aragón, Ángel Dolado, visitó ayer el Ayuntamiento de Zaragoza para reunirse, por primera vez desde que accedió al cargo, con el alcalde de la capital aragonesa, Pedro Santisteve. Lo hacía tan solo unos días después de que la oposición municipal acudiese al Palacio de Armijo, sede del Justiciazgo, a pedir su amparo ante la negativa del propio Santisteve a convocar una junta extraordinaria de portavoces que estaba obligado a reunir en base al reglamento municipal. Una petición que afirmó que «ya se está tramitando» pero que se hará como «una queja ordinaria más» de las que recibe.

La polémica de las sociedades estaba muy presente en la cita de ayer, aunque Dolado quiso restarle importancia y se limitó a explicar que ya se está pidiendo información al Gobierno de ZeC y recordó que «es un tema que ya está judicializado». Se refería al motivo, precisamente, de esa queja al Justicia formalizada por la oposición, y es que la junta de portavoces se le había reclamado al alcalde tras anunciarse en el pasado pleno que el portavoz de ZeC había recurrido al contencioso administrativo para pedir auxilio por el daño a terceros que estaba provocando el bloqueo de los fondos a las sociedades municipales. Aún así, se le están pidiendo «informes» al consistorio que aclaren la situación.

Dolado y Santisteve intentaban que no se empañara el motivo de la primera visita institucional. Una primera toma de contacto en el que fue protagonista la infancia. Por un lado, porque el Gobierno de ZeC le trasladó su «absoluto apoyo» para que se impulse una ley aragonesa del menor que permita delegar en el Justicia la figura del Defensor del menor. Un objetivo que el propio Dolado fió a la próxima legislatura porque «en un año es imposible» dado el atasco en la tramitación de otras leyes pendientes que se sufre en las Cortes. Pero animó a todos los partidos de nuevo a trabajar «sin presión» en un texto que siga los pasos de «otras leyes» ya existentes, «como la de Madrid».

La vicealcaldesa y responsable municipal de Derechos Sociales, Luisa Broto, que les acompañó en la reunión, dijo estar «muy orgullosa» de que esta función pueda asumirse desde el Justiciazgo. Y aprovechó, junto a Santisteve, para trasladarle el plan que zaragoza ha presentado a Unicef para convertirse en Ciudad Amiga de la Infancia.

También intercambiaron impresiones sobre otros temas, como la mediación o la situación de los presos en Aragón que, transcurridos 10 años, podrían obtener la vecindad aragonesa.