El tesoro del monasterio de Villanueva de Sijena permanecerá en Aragón. Este jueves el Tribunal Supremo ha decidido, tras largos años de enfrentamiento judicial, que Cataluña no es la propietaria de las piezas de arte sacro en una decisión histórica que celebraron las autoridades aragonesas, el grueso de los partidos políticos en la comunidad y el propio pueblo monegrino. Así, el pleno de lo Civil del alto tribunal ratificó finalmente las sentencias del juzgado de primera instancia y de la Audiencia Provincial de Huesca por las que se declaraba «nula de pleno derecho» la compra-venta (realizada en 1983, 1992 y 1994) de los bienes del cenobio entre la Generalitat y el MNAC, y las monjas del monasterio.

Estos fallos son los que motivaron una ejecución provisional de la sentencia que permitió la llegada de estas piezas entre noviembre y diciembre del 2017 tras un accidentado traslado en el contexto de la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Desde entonces, tanto el Museo de Lérida como el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), las instituciones en las que se retenían las obras, como la propia Generalitat interpusieron recursos de casación ante el Supremo. En su respuesta el tribunal indica que no consta documentación «formal y fehaciente» en la que se acredite la propiedad de las piezas.

El auto afirma que los contratos son «ineficaces» al haberse firmado con la Real Orden del Monasterio de San Juan de Jerusalén de Valldoreix, congregación eclesiástica que «no tenía facultad para disponer de esos bienes», ya que quien «ostentaba civilmente la propiedad» era la Real Orden del Monasterio de San Juan de Jerusalén de Sijena a pesar de que estas se habían trasladado al cenobio catalán en los años 70 llevándose con ellas las obras de arte.

«Aunque los contratos de compraventa en litigio cumplieron los requisitos de la legislación canónica, no se cumplieron los requisitos adicionales de la legislación civil», subraya el documento al no existir una resolución canónica de fusión de ambas órdenes religiosas en una sola.

Ejecución provisional

El consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci manifestó su satisfacción ante la decisión tras indicar que se tenía confianza en esta decisión tras la ejecución provisional de las mismas. Además recordó que desde la DGA ya se ha invertido más de un millón de euros en el monasterio, en distintas actuaciones realizadas en los antiguos dormitorios, la sala capitular y la capilla de la Inmaculada.

Por el momento la zona expositiva permanece cerrada desde que las religiosas que ocupaban el recinto se mudaran a otro monasterio. El alcalde del pueblo, José Jaime Castellón, celebró el auto y pidió que se recupere lo antes posible el calendario de visitas. «Ahora ya no hay ninguna excusa para abrirlo», destacó. Fuentes del departamento de cultura aragonés indicaron que se está trabajando para que en febrero se puedan mostrar las piezas las 97 obras que forman parte de la unidad indivisible que era el edificio de Sijena desde su designación como Monumento Nacional en 1923.

Por parte de la Generalitat de Cataluña la resolución no ha sido bien recibida, al insistir en que el monasterio monegrino no cumple con las condiciones básicas para la exposición de las piezas. En un comunicado pidieron tiempo para analizar la sentencia y tomar las decisiones correspondientes, al tiempo que advertían de que la decisión puede provocar «un alud de reclamaciones, administrativas o judiciales, similares en todo el mundo, desestabilizando todo el mapa museístico». Y muestran las dudas sobre las razones que han llevado al Gobierno de Aragón a reclamar únicamente las obras de arte que estaban conservadas en instituciones catalanas y no las que hay en otros museos como puedan ser los madrileños.

Gran interés

Entre las piezas que el Supremo ha ratificado como de propiedad aragonesa se encuentran fondos de excepcional interés, como es el caso de tres cajas sepulcrales realizadas en madera policromada de la segunda mitad del siglo XV, uno de los escasos ejemplos conservados de este tipo de piezas.

También se encuentran cuatro alabastros policromados que pertenecieron al desaparecido retablo de Santa Ana y que son obra de Gabriel Joly, uno de los artistas más reputados de Aragón de la primera mitad del siglo XVI, escultor francés afincado en Zaragoza y del que se tienen noticias documentales desde 1515 a 1538. Además, también de incluyen en estos bienes nueve alabastros procedentes del retablo de la Infancia de Jesús, también atribuidos a Joly.

Entre otras piezas que se pueden observar en las antiguas habitaciones reconvertidas en sala de exposiciones también destacan el relicario que contiene el cráneo de Santa Constanza o diversos libros de gran valor de la orden Sanjuanista.

Bienes de la Franja

Las autoridades aragonesas mantienen en estos momentos otros dos procesos judiciales abiertos contra las autoridades catalanas relacionados con el arte sacro. Todos ellos están pendientes de los recursos presentados y se espera que la decisión del Supremo sea un precedente que facilite la resolución de los mismos. La demanda por las pinturas murales románicas de la sala capitular del propio monasterio de Villanueva de Sijena ya tiene sentencias favorables por la vía civil para Aragón en el juzgado de primera instancia y en la Audiencia Provincial de Huesca. Los recursos también están en el Supremo y ya se ha pedido una ejecución provisional

Por otro lado, el obispado de Barbastro es el principal demandante en la reclamación a Lérida de la entrega de las 111 obras que componen los llamados bienes de la Franja. Una orden de ejecución establece como fecha límite para esta devolución el próximo 15 de febrero. El presidente de la DGA Javier Lambán y el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez mantendrán hoy una reunión para analizar el caso.