El Justicia de Aragón solicita al Departamento de Educación que «en estricta aplicación del principio de igualdad» emita unas instrucciones comunes a todos los centros que expliquen la forma en que se ha de proceder para la concesión de Matrículas de Honor en todos los institutos de la comunidad. La sugerencia llega tras la queja de una alumna de 2º de Bachillerato, merecedora de una Matrícula de Honor de las cuatro a las que tenía derecho en su centro de Zaragoza.

Ella había obtenido la cuarta mejor media de todos sus compañeros con un 9,25 de media, pero el centro repartió las matrículas «según un documento que tenían en un ordenador y del cual no eran conocedores ni la dirección, ni la mayoría de los profesores y por supuesto no se había informado del mismo a los alumnos de 2º de Bachillerato. El centro no ha sido capaz de decir quién y cuándo aprobaron dicho documento», esgrime la queja que llegó al Justicia de Aragón.

Al parecer, el instituto hace uso de un documento que se llama Evaluación Bachillerato 2015, «porque la orden de Educación no indica cómo han de repartirse las matrículas. Sin embargo, solo dice por grupo, no indica que serán de mayor a menor, que es como las han repartido dentro de cada grupo», señala la afectada.

Esta consultó con más centros educativos de Zaragoza y, según añadió, las matriculas las concedieron «de mayor a menor medias obtenidas por los alumnos y sin ningún otro tipo de baremo o norma interna», cuenta.

El padre presentó recurso en el instito y recurso de alzada en el Servicio Provincial de Educación. La no concesión de la matrícula a la aludida, quien va a estudiar Medicina, conlleva que no aparezca en su expediente académico y una pérdida económica importante: la matrícula de Medicina costará 700 euros (1.400 si no fuera familia numerosa). El Justicia pide que Educación atienda, en concreto, su caso.