María Pilar García Montaña se enfrentaba incialmente a 4 años de prisión por, supuestamente, entregar a una expareja suya, Miguel Rubén Moreno Portero, la pistola con la que asesinó en enero del 2016 a su novia Soraya Gutiérrez. Tras matarla en el bar Planet, en Zaragoza, él se quitó la vida. La Fiscalía entendía que esta mujer era autora de tres delitos: encubrimiento, cooperación al suicidio y tenencia ilícita de armas, si bien llegó a un acuerdo con la defensa, que ejercía Carmen Sánchez, y retiró dos de las acusaciones, dejando solo la tenencia ilícita. Previamente, María Pilar García Montaña había negado el hecho de que ella fuera conocedora de los planes que tenía este asesino machista.

Ante todo ello, la magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza decidió leer una sentencia in voce en la que condenó a García Montaña a la pena de un año de prisión. Asimismo, acordó suspenderle la pena por el tiempo de dos años debido a que carece de antecedentes penales. Soraya Gutiérrez fue asesinada, dejando a huérfano de madre a un niño.