Era el Día de Aragón de hace dos años cuando un taxista se encontraba junto a varios compañeros en la Estación Zaragoza-Delicias a la espera de clientes. De repente, un joven le agredió, produciéndole unas lesiones que le llevaron a quirófano. El agresor se sentó este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza por unos hechos que le podrían suponer una condena de 5 años de prisión por un delito de lesiones graves con deformidad. Tuvo que ser operado y no descarta regresar a quirófano, ya que los implantes que le colaron para recomponer los huesos de la cara rotos le están produciendo reacciones alérgicas y podría ser necesaria su extracción.

El procesado, Marcos B. C., reconoció que le agredió, si bien aseguró que fue «una simple bofetada» que le llevó a caer contra el suelo. Según el veinteañero porque había llovido y el suelo estaba mojado.

Explicó que estaba «enajenado», que no con «rabia», tal y como declaró en su día ante el juez instructor del caso, porque el ahora denunciante había agredido a su padrino «y estaba en el hospital». Todo por saltarse la fila. «Me llamaron para decírmelo y decidí acercarme a preguntar qué había pasado, pero cuando le pedí explicaciones su actitud fue chulesca, así que le solté una bofetada», explicó ante los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. De hecho fue condenado a 180 euros de multa por la agresión que fue el origen de esta.

Una versión de los hechos muy diferente dio la víctima, quien afirmó que recibió un golpe traicionero por la espalda. «Le pedí que se calmara, dio unas 20 vueltas alrededor de mi taxi y cuando me iba a coger a un cliente me golpeó», explicó. Esto le provocó varias roturas óseas en la cara que, tal y como explicó su abogado Marco Antonio Navarro hizo no solo que durante 9 días dejara de trabajar esta persona que es autónoma y que tiene familia que depende de lo que lleva él a casa, sino que padece una parálisis inferior del nervio trigémino que sigue provocándole molestias todo este tiempo después. De ahí que junto a los 5 años de cárcel también haya solicitado 13.558 euros de indemnización.

Unas lesiones que para la Fiscalía no son tan graves y por ello solicitó una condena de un año y nueve meses de cárcel y 2.340 euros de responsabilidad civil. El abogado defensor, Pablo Ojeda, pide la absolución.