La Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a vecino de la capital aragonesa acusado de llevar a cabo un fraude al actuar como comisionista en una compra de 10 kilos en lingotes de oro . El procesado, Jesús María S. G. ya fue condenado en el 2013 por un delito de estafa.

La Fiscalía, que solicita dos años y medio de cárcel, considera que en el 2016 Jesús María S. G. llamó a un familiar de su entonces pareja para comentarle que estaba trabajando en la compra de una partida de 100 kilos de oro procedentes de Ghana y uno de sus contactos le había hablado de la posibilidad de segregar 10 kilos más a un precio asequible. Le señaló que por esta operación podría recibir «importantes beneficios» y, en concreto, 6.000 euros por kilo. El acusado, defendido por el abogado Rafael Ariza, admitió que el negocio existió, si bien apuntó que acabó frustrándose por causas que a él «se le escaparon».