Antonio Jesús fue citado en agosto del 2018 en el despacho del gestor de la empresa en la que había trabajado como gerente. Tenía que ir a firmar su despido pero, de repente, se presentó su entonces jefe y le pidió que también rubricara otros documentos. Se negó y, supuestamente, acabó con medio cuerpo fuera de una ventana situada en el piso 13 del edificio Salamero, en el centro de Zaragoza. Ayer, este hombre sentó en el banquillo de los acusados a su exjefe, Santiago P. L., para quien solicita una pena de tres años de cárcel por un delito grave por coacciones.

El denunciante, representado por el abogado Santiago Palazón, explicó ante el titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza que le exigió que firmarse unas certificaciones de obra, mientras le llamaba «sinvergüenza y ladrón». Ante ello, este hombre se negó, comenzando a recibir amenazas de tirarle por la ventana y de «arrancarle la cabeza si no lo hacía».

En un momento dado, según explicó, le agarró por la pechera de la camisa, iniciándose un forcejeo en el que le arrastró hacia la ventana, que se encontraba abierta. «Me arrinconó contra el marco de la misma», explicó, mientras añadió que temió por su vida.

El acusado, por su parte, lo negó. A preguntas de la letrada de la defensa, Carmen Sánchez Herrero, admitió que hubo un problema con unos papeles, que forcejearon, pero que en ningún momento trató de tirarlo por la ventana.

Una empleada de la asesoría escuchó las amenazas y presenció el forcejeo, si bien señaló que ella no vio en ningún momento los hechos tan graves por los que Santiago P. L. se sentó en el banquillo de los acusados. Explicó que había un archivador que le impedía alcanzar la ventana.

Tras escuchar a las partes, la Fiscalía mantuvo su solicitud de condena de 18 meses de pena privativa de libertad y el pago de una multa.

Desde la defensa solicitaron la libre absolución o, de forma alternativa, una condena por un delito leve de lesiones. El asunto quedó visto para sentencia.