La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a un médico del hospital psiquiátrico de la capital aragonesa por, supuestamente, falsificar historiales clínicos de 11 pacientes. Este hombre, que fue denunciado antes de que se jubilara, afronta 3 años de prisión que solicitó el Gobierno de Aragón.

Ante los magistrados de la Sección Tercera del tribunal provincial, Alfonso P., negó la acusación y explicó que él tenía la costumbre de hacer las anotaciones clínicas de los enfermos que atendía «en el ordenador», pero «un bien día se borró», así que decidió coger unos folios en blanco y escribir lo que recordaba.

Unas anotaciones que entregó a la doctora que le sucedió en su puesto, tras 40 años ejerciéndolo. «Yo lo hice para que ella no se perdiera cuando entrara, de no haberlo hecho hubiera tenido que mirarse los tochos de la enfermería en los que no solo hay las prescripciones médicas, sino otras informaciones que no son tan necesarias en el día a día».

El hecho de que restara importancia al documento por considerarlo «como algo para consultar» hizo que la Fiscalía Provincial de Zaragoza decidiera retirar la acusación. Inicialmente pedía una pena de dos años de prisión.

No siguió sus pasos el letrado de los servicios jurídicos de la comunidad autónoma, ya que tuvo en cuenta la declaración de la facultativa que ocupó su puesto. Esta sanitaria explicó «los riesgos» de los pacientes. «Era mi responsabilidad y el haberle cambiado una prescripción podía haberles causado daños», explicó.

La directora del centro explicó que la investigación se inició, después de que observaran ausencias en su puesto de trabajo. Cuando llamaron a inspección del Salud descubrieron los hechos por los que ayer Alfonso P. se sentó en el banquillo, además de iniciar un expediente que está paralizado a la espera de que se pronuncie la Audiencia Provincial de Zaragoza. Esta facultativa también reconoció que en el hospital psiquiátrico, situado en el zaragozano barrio de Delicias, no trabajan con ningún tipo de sistema informático y que los historiales clínicos «no son folios en blanco, sino una hojas con el sello del salud». El acusado aseguró que todo es una conspiración en su contra.