La Audiencia Provincial de Zaragoza celebró ayer un juicio a puerta cerrada contra el perito de una aseguradora por, supuestamente, violar a la víctima de un siniestro. Los hechos por los que afronta 7 años de prisión fueron negados por el procesado, Francisco Javier S. G.

La denunciante de este caso aseguró ante los magistrados de la Sección Primera que fue víctima de una agresión sexual. Según fuentes consultadas, recordó que todo ocurrió un 22 de diciembre de hace dos años cuando dio aviso a la compañía Allianz para valorar y reparar los daños de una fuga de agua en el inmueble. Cuando llegó el encausado ambos fueron a las domicilios de otros vecinos afectados, si bien ninguno de ellos estaba en esos momentos. Ya en el ascensor, según esta mujer, «la besó y abrazó, separándose al entrar en el mismo un vecino, quien aprovechó para preguntarle por unos daños en un garaje».

Cuando se volvieron a quedar solos, ya en el rellano, esta mujer afirmó que le dijo que no quería nada, que se marchara o llamaba a la Policía. Sin embargo, presuntamente, hizo caso omiso y aprovechando el momento en el que ella estaba abriendo la puerta se abalanzó, consiguiendo entrar en la vivienda. Una vez en el interior, «la tiró al suelo, la giró boca arriba y tras bajarle los pantalones y la ropa interior la violó».

Un relato que negó Francisco Javier S. G., quien describió que todo fue una «relación apasionado». Aseguró que fue ella la que se subió a horcajadas sobre él, tras lo cual ambos se tumbaron en el suelo para besarse y acariciarse, si bien él no accedió a mantener relaciones sexuales.

No obstante, según el acusado, ella comenzó a acariciarle los genitales de tal forma «que hizo que eyaculara dentro de los calzoncillos». Tras ello, se marchó, si bien se preocupó por haberlo hecho durante el horario laboral y le mandó un mensaje a la denunciante pidiéndole disculpas.

Prueba de que dice la verdad, es, según su abogado defensor, Fernando Manuel Pastor, el informe del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil que concluye que este hombre «no ofrece el perfil de un agresor sexual». También resaltó su tardanza a la hora de interponer una denuncia. Por contra, la Fiscalía y el abogado de la víctima, Fernando Octavio de Toledo, piden 7 años de prisión y otros 5 de libertad vigilada.