La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a puerta cerrada a Omar Alexander G. M. por, supuestamente, violar a su expareja durante una visita a su casa. En aquel momento hizo caso omiso de la sentencia que le prohibía acercarse a menos de doscientos metros.

El acusado se enfrenta a diez años de prisión por los hechos que tuvieron lugar el 13 de julio de este año, cundo fue sorprendido in fraganti por los miembros de la Policía Nacional que acudieron al piso, ante la alerta vecinal por los gritos de auxilio de la víctima.

La mujer relató que le condujo a empujones hasta la cama de su dormitorio, donde se echó sobre ella, cayendo ambos al suelo ante la resistencia de la mujer, si bien, finalmente, accedió a mantener relaciones sexuales por temor a que la matara. Los informes forenses ratifican su relato.