La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a dos vecinos de Épila, José G. G. y Pedro J. E., a los que la Guardia Civil detuvo en el 2014 por distribuir cocaína y marihuana en el municipio. Aunque las investigaciones les relacionan, ambos aseguraron que solo se conocen de saludarse por la calle.

Con respecto al tráfico de droga por el que la Fiscalía solicita tres años y medio de prisión, las explicaciones variaron. José G. G. reconoció que en algún momento pudo vender ‘coca’, pero «por trapichear», ya que «necesitaba dinero para autoconsumo». Su compañero de banquillo, Pedro J. E., aseguró que los 21,26 gramos de marihuana que hallaron en su vivienda no le pertenecían, sino que era de otro familiar. De hecho, señaló que vivía en otra localidad cercana. Su abogada defensora, Carmen Sánchez, puso en entredicho la investigación «que empezó como si fuera un supermercado de heroína y se quedó en autoconsumo».