Un vecino de Zaragoza afronta 10 años de prisión por, supuestamente, violar a una veinteañera que había conocido dos semanas antes a través de la red social Instagram. Acusado y denunciante solo coincidieron en ubicar el lugar en el que se citaron, el hotel para parejas Kadrit de Cadrete, debido a que José Antonio P. M. aseguró que fue sexo consentido, mientras que ella afirmó que había sido violada y que incluso «recibió una paliza» mientras se resistía.

Ante los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, el encausado aseguró que la denuncia fue «una venganza». «Se enamoró de mí y aquel día no pudo con los celos cuando le dije que tenía que irme, que me habían llamado. La dejé en la habitación del hotel tirada», señaló a la vez que destacó que ella empezó a pegarle por ello.

Muestra de que fue consentido, según el encausado, es que ambos fueron en su coche hasta ese hotel elegido por muchas parejas por su discreción. «Fue ella la que llamó desde su móvil para la reserva que pagué yo, 150 euros», aseveró.

«Nada más llegar se desnudó, se metió al jacuzzi que hay en medio de la habitación y lo hicimos mientras bebíamos una botella de whisky», explicó a preguntas de su abogado, José Luis Melguizo, quien solicitó durante la vista oral que se escucharan los mensajes de voz que ambos habían enviado a través de Whatsapp y que demostrarían que todo fue consentido. También se visualizó una foto de un desnudo de ella. Explicó que en un momento de la relación sexual, recibió una llamada de su entonces novia y por eso se fue tan rápido.

La denunciante, por su parte, aseguró que solo consintió los besos y tocamientos, que le dijo que no a tener sexo. «En ese momento se puso muy violento y me penetró», afirmó. Ella presentaba lesiones en sus extremidades.

Durante la vista también declaró el joven que acudió al hotel a recoger a la joven, después de que esta le llamara. «En ningún me dijo que había sido agredida sexualmente, sí que ambos habían discutido», aseguró.

La denuncia fue interpuesta dos días después de los hechos, tras activarse el protocolo de agresiones sexuales cuando ella acudió al hospital Clínico Lozano Blesa de la capital aragonesa.