Un repartidor a domicilio se enfrentará mañana en la Audiencia de Zaragoza a una petición fiscal de 9 de años de prisión como presunto autor de los abusos sexuales sufridos por una discapacitada psíquica que se encontraba sola en su domicilio en la capital aragonesa.

Los hechos, que se enjuiciarán a puerta cerrada para salvaguardar la identidad de la víctima, tuvieron lugar sobre las 11.00 de la mañana de un día de noviembre de 2014, fecha en la que el repartidor, de nacionalidad ecuatoriana, se personó en la vivienda para entregar un paquete a nombre de la madre de la víctima.

Según relata el fiscal en su escrito de acusación, una vez entregado el paquete, el acusado accedió al interior de la vivienda al tiempo que preguntaba a la mujer, con una discapacidad psíquica del 34 por ciento por parálisis cerebral, si era "menor de edad, tenía novio y estaba sola en casa".

Una vez en el salón, el repartidor comenzó a besar y a tocar los pechos de su víctima, que le pidió que se fuera "a su casa o a trabajar".

Sin escuchar a la mujer, que tenía 29 años en el momento de producirse los presuntos abusos, el procesado la llevó hasta el sofá, le pidió que se tumbara boca abajo en el sofá y perpetró la agresión sexual.

Mientras la joven, que, según la fiscalía, estaba "bloqueada por la situación", se vestía, el repartidor le pidió que le masturbara, a lo que accedió la víctima antes de pedirle que abandonara la vivienda.

El fiscal tipifica los hechos como un presunto delito de agresión sexual y solicita para el acusado 9 años de prisión, el pago de una indemnización de 4.000 euros a la víctima y una orden de alejamiento de su víctima por un tiempo de 12 años.

Por su parte, el representante de la acusación particular reclama la misma pena de prisión y orden de alejamiento, pero eleva la petición de indemnización a 7.000 euros, de cuyo pago hace responsable civil subsidiario a la persona que contrató al procesado.

La defensa del acusado solicita a su vez la libre absolución de su cliente por disconformidad con el relato de las acusaciones, mientras que el representante del empleador que le contrató solicita su exoneración como responsable civil subsidiario ya que, subraya, no se encontraba en el domicilio donde se produjo la agresión y despidió a su trabajador en el momento de conocer la denuncia.