La idea surgió durante una ruta en solitario rodeando en kayak la isla de Ibiza. Rafa Sanchís, un valenciano de 26 años que acostumbra a emprender este tipo de aventuras, estaba cansado de contemplar en sus viajes la cantidad de suciedad que se acumula en los parajes naturales de distintas zonas geográficas. Allí, se le ocurrió la que sería su siguiente empresa: salir de su Valencia natal y recorrer el país recogiendo basura de la naturaleza y depositarla en sus respectivos contenedores para, según él mismo, «concienciar a la sociedad sobre el lamentable estado de las zonas naturales del país».

Así, el 14 de julio cogió su bicicleta en las Torres de Serranos, en Valencia, y emprendió el que ha bautizado como Proyecto Miss Pachamama. Los pedales le han llevado a Zaragoza, donde se encuentra actualmente para «recuperar fuerzas un par de días». Entró en la comunidad por Teruel, siguiendo la vía verde de Ojos Negros y pasando por Calamocha y otras localidades hasta llegar a la capital. Aquí se ha encontrado un panorama «similar» al de la Comunidad Valenciana: desolador. «Lo que más encuentro aquí son botellas de plástico y latas, aunque también he topado con cosas más graves como vertederos ilegales en plena naturaleza», reconoce. Sin embargo, ha transportado desechos de todo tipo, desde persianas hasta una alfombra de plástico.

Hasta ahora, lleva recorridos 450 kilómetros y ha recogido unos 75 kilos de plástico. Su progreso puede verse periódicamente en el canal de YouTube con el mismo nombre que el proyecto, así como en sus cuentas de Facebook, Instagram y su página web.

La mecánica no es sencilla: Rafa cuenta con un par de alforjas cargadas en su bicicleta, un carrito en el que hay un kit de limpieza formado por guantes, bolsas de basura y pinzas… y la cámara para grabarlo todo. A lo largo del camino, se detiene a recoger los residuos, los guarda y se desplaza hasta la parada más cercana de su trayecto para depositarlos allí. Así una y otra vez, con lo que pretende «recoger la mayor cantidad de basura posible», afirma.

Tras dos días de descanso, proseguirá su rumbo en dirección a Tudela, en un camino que le llevará por el norte peninsular hasta llegar a Galicia, donde recalculará su ruta. La gente no ha tardado en volcarse con la causa, y Rafa incluso ha subido un documento con el itinerario que va a seguir para que todo aquel que quiera ofrecerle un alojamiento en el que pasar la noche pueda hacerlo. Todo este recorrido con el propósito de «luchar contra la descomunal cantidad de residuos, sobre todo plásticos, que acaban en el mar» y ayudar a acabar con este problema de raíz.