Ya es oficial: Zaragoza da por buena la adjudicación de las dos únicas licencias para operar con patinetes eléctricos de alquiler en las calles de la ciudad. Después del revuelo originado por el criterio para seleccionar a las empresas ganadoras y deshacer un múltiple empate de diez, Koko y Reby Rides en unión temporal de empresas con Novo Rehum, un centro especial de empleo ubicador en Villamayor, empezarán a operar a partir del día 6 de mayo con todas las garantías de ser las únicas que pueden hacerlo. El resto, las firmas Lime, Voi, Ufo y Tier, tendrán que retirar sus vehículos de las calles.

Así lo explicó ayer el responsable de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, cuya área ha gestionado el concurso público que ahora se resuelve. Y quiso destacar que la ciudad no pierde vehículos, al revés, «ahora hay unos mil entre todas» y en mayo pasarán a ser «1.700 entre las dos». Un incremento que, además, irá acompañado de un mejor reparto por todos los distritos a primera hora de la mañana, ya que sus ofertas, como las de sus otros ocho competidoras, han garantizado el máximo en los barrios de la periferia, no solo en el centro, que es donde ahora se aglutinan principalmente.

«Todos los vecinos podrán ser usuarios en las mismas condiciones», subrayó el edil de Zaragoza en Común (ZeC), quien recordó que otros servicios de transporte como el Bizi no llegan a todos los distritos, en la línea de ese complemento a la oferta de la bicicleta públicas que ya se incluyó en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible 2019-2026, que descarta la ampliación porque el éxito de la movilidad compartida puede suplir esa carencia.

CON CANDADO

En este sentido, uno de los adjudicatarios, Reby Rides, que no opera en Zaragoza pero sí en Barcelona, introducirá un modelo distinto de patinete que, como principal novedad, incorpora el uso de un candado para evitar robos. El usuario podrá hacer uso de cualquier aparcamiento para bicis o mobiliario urbano ubicado a menos de 75 metros de uno de ellos para anclar estos nuevos vehículos. «El Gobierno de Zaragoza podrá comprobar cómo funcionan los dos modelos -el de Koko incluye un geolocalizador como medida de seguridad ante posibles robos- para apostar en dos años (cuando venza esta licencia) por el que mejor funciona», dijo.

Otro de los aspectos que destacó el concejal es la garantía de contar con contratos estables para el personal que trabaje en su operativa. «Todos tendrán contrato laboral y convenio colectivo», remarcó, en este caso el mismo que el sector del metal.