La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado los trabajos de redistribución de sedimentos en el cauce del río en Pradilla, una actuación incluida entre las acciones para reducir los efectos negativos de las crecidas en los cascos urbanos del tramo medio.

Los trabajos consisten en redistribuir hasta 18.000 metros cúbicos de sedimentos en el cauce y se realizarán una vez finalizadas las prospecciones de náyades, incluidas como condición de la autorización ambiental otorgada por el Gobierno de Aragón.

Una vez concluya esta actuación comenzará la prevista en Pina de Ebro, donde la CHE retirará 4.500 metros cúbicos de sedimentos. En espera de la autorización ambiental de la DGA se encuentra una intervención en Novillas que incluirá, además de la limpieza del cauce, la extracción de 17.000 metros cúbicos de sedimentos.

Estas tres obras tienen un presupuesto de 450.000 euros.

En Aragón, la CHE ya ejecutó una limpieza en el cauce del Ebro en Boquiñeni, donde reparó una defensa y retiró la parte emergente de una isla ubicada en el centro del río, inmediatamente aguas abajo de la mota, de aproximadamente 4.000 metros cuadrados (8.000 metros cúbicos de depósitos sólidos). La intervención incluyó la extracción de una barra de gravas en la margen izquierda, aguas abajo de la isla, de unos 5.000 metros cuadrados (10.000 metros cúbicos de depósitos sólidos). El presupuesto de la actuación ascendió a medio millón de euros.

La Confederación Hidrográfica del Ebro tiene previsto reparar motas y defensas en Zaragoza, El Burgo, Nuez, Villafranca, Osera, Fuentes, Pina, Peñaflor y Cabañas, así como en las localidades navarras de Milagro, Valtierra, Castejón, Arguedas, Tudela, Cabanillas, Buñuel y Cortes.