-¿Le sorprendió tener competencia en primarias tras ser elegido por el comité local del PAR?

-No demasiado, las primarias son una cosa buena para el partido, y además hay muy buen rollo con Elena (Allué) en el grupo.

-¿Se siente respaldado por la cúpula del partido?

-Lo que vote la militancia, las bases, para mí eso es lo que vale. Yo estoy muy orgulloso de que me eligiera el comité local.

-¿Cuáles son los puntos fuertes de su candidatura?

-Venimos avalados por dos elementos: el apoyo del órgano de Gobierno del partido en Zaragoza y tres años de camino preparando un modelo de ciudad que nos ha dado mucho trabajo sin tener concejales. Hemos estado presentes en los plenos, incluso interviniendo, con presencia en redes sociales... Nos da el respaldo necesario para defender un modelo de ciudad que potencie los servicios, particularmente para los jóvenes y la gente mayor. Otro de nuestros objetivos es actuar en el estado de la ciudad, que está abandonada, sucia, con las aceras rotas. Potenciaríamos los sectores productivos, con atención a las pymes y el pequeño comercio, e intentaríamos resucitar la proyección exterior de la ciudad, que desde el 2008 es gris.

-¿Con una campaña de primarias tan corta, no se acaba votando por afinidad?

-Es cierto que es un proceso corto, no hay avales ni nada, pero es un modelo que busca agilizar y hay veces que en estos procesos es mejor así, que no se alarguen demasiado.

-¿Por qué es necesario que vuelva el PAR al Ayuntamiento de Zaragoza?

-Porque la situación actual es un desastre, cuando asistes a un pleno te das cuenta de que no se avanza nada, todo son reproches y falta de acuerdos, y así estamos, sin un solo gran proyecto ejecutado, por ejemplo de urbanización de calles, y de los más pequeños, pocos. Políticamente ha sido una legislatura en blanco en cuanto a los intereses de los zaragozanos, y eso es lo que el PAR puede contribuir a arreglar con representación.