El Salud cambia de planteamiento. Ha puesto sobre la mesa la posibilidad de acotar la centralización de los laboratorios a Zaragoza capital y aplazar su extensión a la provincia y al resto de la comunidad autónoma. La medida no es definitiva y, de hecho, todavía está en estudio, pero esa posibilidad ya ha sido expuesta desde la Administración a algunos sectores sanitarios.

Así, la propuesta pretendería que esa unificación de los análisis no urgentes se llevara a cabo, en primer lugar, en los tres sectores de la capital aragonesa, aunque todavía no hay plazo ni una posible ubicación donde se instalaría ese macrolaboratorio al que aspira el Ejecutivo.

Pero ese posible cambio en la iniciativa tampoco ha encontrado muchos adeptos entre trabajadores y usuarios. De hecho, los jefes de servicio de los laboratorios existentes actualmente en los centros hospitalarios de la comunidad autónoma ya han hecho llegar al propio consejero, Ricardo Oliván, su malestar por esta medida, cuestionando el supuesto ahorro --Sanidad calcula que rondará los 20 millones de euros anuales-- y advirtiendo de una posible merma de la calidad del servicio.

CONVENCIDO El caso es que la Administración sigue decidida a llevar adelante su intención, aunque la posible modificación del planteamiento inicial podría responder, según algunas interpretaciones, a un gesto hacia estos profesionales y los sindicatos, aunque también podría tratarse, simplemente, de un calendario de actuaciones que haría más recomendable la centralización progresiva.

En la presentación oficial de María Ángeles Alcutén como nueva gerente del Salud, Oliván apuntó que el proyecto --que quedaría gestionado por una sociedad mixta integrada por una entidad pública que podría ser el Banco de Sangre y una empresa privada-- responde a una serie de "cálculos" para determinar de la forma "más aproximada posible" el ahorro que supondría una medida como esta".

Oliván aseguró que, "en ningún momento habrá ninguna merma en la calidad de la prestación del servicio al paciente y, si la hubiera, soy el primero que dejaría ese proyecto, no en el cajón, sino en la papelera" y aseguró entender la "preocupación" de los trabajadores que ven en riesgo su puesto laboral. "Entiendo la postura de las personas que pueden pensar que peligra su puesto y yo a lo mejor estaría haciendo lo mismo". Días antes, el consejero había admitido que la centralización podría tener "repercusiones laborales".

Además, el departamento pretende desarrollar más actuaciones destinadas a la centralización de servicios.