La falta de agua en el río Huerva, como consecuencia de la fuerte sequía que padece Aragón este año, ha obligado a los técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente a rescatar varios peces en algunas zonas del cauce donde hay un elevado número de ejemplares. El alto riesgo de anoxia --muerte por falta de oxígeno-- aconseja la actuación del Ejecutivo autonómico.

Las labores realizadas por los Agentes de Protección de la Naturaleza se han llevado a cabo entre el pantano de las Torcas y el de Mezalocha, donde la escasez de caudal se hace más patente y las dificultades de los peces comienzan a ser más palpables. Entre las operaciones que realizan los técnicos, destacan las mediciones periódicas del oxígeno para comprobar que las condiciones son óptimas para la vida de la peces, pues desde finales del mes de septiembre se han observado descensos en el nivel de oxígeno de las aguas.

El rescate de estas especies se ha realizado con el sistema de pesca eléctrica, dadas las dificultades para que los peces pudieran circular por la corriente y pasar a otros tramos con más cantidad de agua. Además, entre los objetivos está la conservación de las especies autóctonas, siendo derivadas las alóctonas a un gestor autorizado.

DESEMBALSADO Desde Medio Ambiente se está vigilante con las variaciones que puedan surgir en el embalse de Mezalocha, pues los bajos niveles de agua ponen en peligro toda la población de especies piscícolas. Así, en caso de apreciarse un inicio de la mortalidad por la falta de oxígeno en fechas próximas, se contemplaría la posibilidad de hacer un desembalsado total del citado embalse. Las principales especies afectadas por esta situación son la carpa y la lucioperca.

El pasado 22 de septiembre ya aparecieron miles de peces muertos en el cauce del río Huerva a su paso por Tosos. La Confederación Hidrográfica del Ebro procedió al día siguiente a la retirada de los ejemplares muertos y a la recolección de ejemplares vivos para trasladarlos a otras zonas con caudal.

La falta prolongada de lluvias ha convertido a la cuenca del Ebro en la más seca de la península. Las reservas hidráulicas se situaban la semana pasada en el 39,9% de la capacidad total de los embalses, frente al 60% de media nacional. Solo Galicia (con el 42,8%) y la cuenca del Júcar (48,2%) se colocan también por debajo del 50%. El máximo nivel se da en la cuenca atlántica andaluza (al 78,8%).