La mayoría de las mujeres entrevistadas muestran preocupación por la violencia de género. Reconocen que no existe un perfil de la mujer maltratada y que esto sucede entre señoras de su edad. Sin embargo, algunas aun lo asocian a mujeres más jóvenes.

Consideran que las mayores pueden estar aguantando más la violencia, principalmente por no tener medios económicos suficientes para poder salir de la relación de malos tratos. En comparación con la gente más joven que, al tener trabajo, es más «independiente». Y en el caso de haber sufrido violencia citan a sus hijos como un motivo para «aguantar».

Cuando reflexionan sobre la violencia de género en otras mujeres, o en conocidas, aparecen algunas situaciones cotidianas que ellas mismas han vivido como, por ejemplo, reconocer que «todos los hombres son celosos», que «son machistas pero no ejercen» (es decir, no maltratan) o la dificultad de las relaciones de pareja y de que la mujer sea quien tiene que «ceder continuamente» para garantizar la paz y la armonía.

El texto del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) recalca que en todos los grupos, alguna de las mujeres tenía un caso, más o menos cercano de una mujer que está viviendo una situación de violencia de género. Y no dudan en que es necesario «seguir peleando» para que cambie la sociedad.