-El PSOE acaba de crear un consejo asesor para revisar cualquier iniciativa desde el plano de la igualdad. Dígame cuáles van a ser las funciones exactas de este ente.

-Hay que concretarlas. Está creada la presidencia que recae en mí y todavía no están definidos ni los miembros, ni las líneas.

-Pero, ¿alguna tarea tendrá en su mente no?

-Claro, Pedro Sánchez me ha elegido por mi experiencia como abogada, así que eso es lo que voy a aportar. Una cuestión de igualdad que es necesario desarrollar es la cuestión de la maternidad y de la paternidad. La maternidad ha sido y es una gran dificultad. La edad fértil coincide con el periodo profesional mejor y eso preocupa y ahí tenemos que hacer propuestas buenas e importantes que minimicen ese efecto. Por ello apuesto por qué al padre se le den más días, que tenga la misma duración que la maternidad, que sea obligatorio y no transferible. Con esa situación, el empresario dejará de discriminar a la mujer.

-Hace escasos días el Gobierno de ZeC editó una guía para evitar el género masculino neutro. ¿Qué opinión le merece?

-El lenguaje es importante y el sexismo en el lenguaje es una realidad. Visibilizar a las mujeres es necesaria, porque lo masculino no representa a todos. No he visto el proyecto en concreto, pero hay muchas maneras de incluir los dos sexos en el habla.

-Cuando se habla de igualdad siempre se acaba hablando de esto. ¿Es algo simplista?

-Lo que no está en el lenguaje no existe. Cuando empecé a ejercer no había abogadas, pero cuando empezamos conseguimos normalizar que éramos abogadas. Fue un empeño, tiene todo el sentido y no es una exageración. El lenguaje visibiliza o esconde, y hemos estado ocultas.

-Ha pasado mucho tiempo desde aquel “miembros y miembras” de la exministra Aído tan criticado por el uso del lenguaje, pero ¿cree que ahora no tendría esa misma repercusión?

-Las críticas que se le hicieron fueron desproporcionadas. Se ha normalizado, ha habido un cambio de la sociedad.

-Ha pasado más de una década de la ley que permitió el matrimonio homosexual en España. ¿Cree que ha ayudado a combatir la homofobia?

-Con el reconocimiento del matrimonio homosexual se puso fin a una injusticia histórica. La homofobia tiene causas más profundas y ahora estamos en un momento de retroceso ideológico. Lo más fácil es cambiar la superficie pero la homofobia está en el fondo de la ideología.

-¿Cómo se enfrenta uno a ello?

-La educación es muy importante, especialmente para las generaciones venideras. También es necesario penalizar estas actitudes mediante sanciones.

-Otro tema en estos momentos polémico es la legalización o no de la maternidad subrogada. ¿Cuál es su opinión al respecto?

—Mi opinión personal es que estoy en contra de cualquier regulación diferente a la actual. La maternidad subrogada es un eufemismo, en realidad es un alquiler de vientres porque es una mercantilización de las mujeres y estamos en contra de cualquier regulación de ello, bien sea retribuída o altruista. La maternidad y paternidad no es un derecho, es un deseo encomiable que puede resolverse con la adopción.

-Pero la regulación impediría el mercantilismo...

-El Código Penal sanciona esa conducta y desde el punto de vista civil el contrato es nulo. Ya hay regulación en el país que no la queremos cambiar. Hay una gran contradicción porque el derecho actual de conceder a una madre desaparece con los vientres de alquiler por contrato.

-Un total de 34 mujeres han sido asesinadas por sus parejas sentimentales o exparejas, siete más que en el 2016. ¿Qué cree que es lo que está fallando?

-Si lo supiéramos podríamos poner solución. La lucha es muy difícil y más que tenga plena eficacia. Hemos comprobado que cuando se dedican más recursos hay más sensibilidad social, hay más denuncias y más mujeres que intentan salir de ese problema. No es una invención, así lo dicen los estudios. Me conmociona conocer que detrás del asesinato de una mujer no hubo ninguna denuncia. Esto quiere decir que lo estamos haciendo mal, que no estamos dando confianza a esas mujeres para salir y pedir ayuda, que los familiares no están en lo que tienen que estar y que los vecinos y amigos tampoco.

-Los partidos no se han puesto de acuerdo para un pacto de estado. ¿Confía en ello?

-Un pacto es un acuerdo político, es decir, que hay voluntad, pero se ha dotado de forma insuficiente. El PSOE aprobó en su congreso la necesidad de destinar el 0,2% del PIB para ello -2.160 millones anuales-. pero el pacto son 200 millones en cuatro o cinco años.

-Sin embargo, hay casos reales como el de Juana y sus dos hijos que sorprenden en la ciudadanía...

-Es un asunto en el que hay violencia de género, denuncia y una sentencia firme. Me parece cruel la solución que están tomando los tribunales. En este caso se ha ido más a la literalidad de la ley que al bienestar de esos menores.

-¿Cree que se debería de haber presentado ante el juez?

-Creo que debe haber sensatez. No se trata de dar la razón al padre o la madre, sino hablar de los niños. A veces las leyes cuesta interiorizarlas. Lo que no puede ser es que se esté criminalizando a la madre desde que denunció.