--En su consejería acaban de presentar la Ley de Transparencia y la del Presidente. ¿Cree que realmente supone un cambio sustancia en la calidad democrática y la forma de hacer política?

--Ahora que las hemos presentado nos ocurre una cosa curiosa, hay gente que se sorprende de que las cosas que ahí figuran no se estuviesen haciendo todavía. La democracia española tenía un déficit de transparencia y de más cosas... Había muchas quejas de falta de información y lo que hacemos es dar formato de ley a esas peticiones. Además hacemos cosas diferentes a otras comunidades como que el silencio administrativo sea positivo o que se amplíen las incompatibilidades de los cargos públicos.

--¿Y con esto ya está todo solucionado para mejorar la percepción de la ciudadanía tanto de los políticos como de las instituciones públicas?

--Es un paso. Con la crisis, la gente se ha alejado de las instituciones, el grado de desafectación muy importante. Hay que seguir dando pasos adelante para conciliar a la gente con las instituciones. Pero es muy complicado volver atrás. Pero le digo algo, no todo es malo ni todo está mal hecho. Yo estoy aquí, y hay cosas que se hacen bien.

--Mucha transparencia, pero han estado un año sin publicar las listas de espera.

--Son errores que no se deben cometer. Por eso va a ser obligatorio publicar las listas de espera, y muchas cosas más.

--¿Ha hecho ya las paces con el ministerio por las tasas judiciales?

--No, no...

--No se muerde la lengua. ¿Teme que le pase factura?.

--Si me pasa, me pasa. La presidenta me puso aquí para ejercer las competencias de Justicia y voy a defender, en la medida que pueda, los intereses de Aragón. Tengo claro que se está cometiendo una injusticia con todas las comunidades autónomas. El ministerio nos debería de haber abonado el dinero para poder pagar a los abogados que trabajan en la justicia gratuita. Las tasas, que son también excesivas en mi opinión, tienen que servir para financiar este servicio.

--¿Le gusta algo de lo que ha hecho el ministro Gallardón?

--Estoy más a favor de unas cosas que de otras. Hay dos, la ley de tasas y la ley orgánica del poder judicial, con las que no estoy en absoluto de acuerdo. Se suprimen los partidos judiciales y no comparto eso de ninguna manera. No se respetan las particularidades de Aragón.

--¿Y la ley del aborto?

--Yo la hubiese dejado igual que antes de la reforma de José Luis Rodríguez Zapatero, que no era una petición popular.

--¿Y la actual?

--Habrá que moficarla durante su tramitación parlamentaria.

--No le gusta casi nada de lo que ha hecho Gallardón.

--Es un gran ministro de Justicia. Pero en unos temas está más acertado que en otros.

--¿Para cuándo el plan director del Tribunal Superior de Justicia de Aragón?

--Ya está adjudicado. Acabaremos la legislatura con la obra de Teruel en marcha.

--¿Sobran aforados?

--Sí. A mí no me importaría no serlo y hay que reducirlos.

--Pues el otro día votaron lo contrario en las Cortes.

--Fue una iniciativa oportunista.

--¿Cómo están las relaciones con el Ayuntamiento de Zaragoza?

--Existe normalidad institucional, y estamos a punto de cerrar un acuerdo para compensar las deudas. Solo faltan algunos flecos.

--¿Van a cambiar al Justicia?

--Es necesario un acuerdo entre todos los grupos.

--¿Hará más ajustes en Aramón?

--Alguno, pero menor, ya se ha ajustado mucho esta campaña, en la que hemos tenido un millón de esquiadores.