El alcalde de Jaca, el socialista Juan Manuel Ramón sufrió el pasado 23 de enero un escrache que pone de manifiesto el difícil momento por el que pasa la ciudad pirenaica.

Lo sucedido el pasado viernes en Jaca, el escrache que usted sufrió tras una concentración para pedir ayuda a las administraciones, refleja un tremendo malestar social.

El malestar lo demuestra la concentración que se celebró delante del ayuntamiento y donde estaban los diferentes valles y todo el arco político y social de la ciudad. Estamos viviendo una situación durísima y preocupante, y los actos de después de la protesta pacífica denotan una crispación que buscaba generar enfrentamiento y romper la imagen de esa unidad real que había dado la manifestación.

¿Cuál era el objetivo de ese acoso del que fue objeto?

No sé qué intentan conseguir con eso. Aunque hubiera gente, entre comillas, «con buena voluntad», había otros que lo tenían claro y lo que intentaban era crear división y crispación.

¿Llegó a sentir miedo?

No, no. Estábamos acompañados por la Policía, que infundía tranquilidad, y por otro lado, llevo casi 50 años en la ciudad y no se entiende que en ella unos ciudadanos puedan tener miedo de otros. Una cosa es la crítica y otra el miedo. Es verdad que hubo insultos y violencia verbal, y espero que nunca se llegue más allá.

¿No es extraño que, siendo socialista, estuviera en una concentración en la que había pancartas pidiendo la dimisión de Lambán?

Hay libertad de expresión y no se convoca ninguna manifestación que diga que es contra la DGA, contra Lambán o contra mí. La concentración la había convocado SOS Pirineo y el nexo común de los participantes era pedir un plan de rescate.

¿Es partidario de que se abran las pistas de esquí?

Astún, que pertenece a Jaca, es la única estación abierta. Y, visto egoístamente, el hecho de que Candanchú esté cerrada, favorece a Astún a la hora de captar a los pocos esquiadores que pueden salir de sus municipios para venir a practicar su deporte favorito al valle del Aragón.

El llamado ‘plan Remonta’ presentado en Zaragoza por el Gobierno de Aragón, ¿responde a las necesidades de Jaca?

Tenemos que analizarlo, no tenemos aún el documento y no me atrevo a valorarlo todavía.

Quizá la especialización turística de Jaca haga que la ciudad tenga menos recursos para superar una crisis como la derivada del coronavirus.

Jaca vive del turismo y, en esta época sobre todo, de un turismo procedente de ciudades más grandes y de otras comunidades. El turismo de Zaragoza supone un aporte considerable, pero no es el mayoritario frente al del País Vasco, Navarra, Valencia y Madrid. Eso es lo que nos permite vivir en invierno, pero al estar cerradas las fronteras autonómicas y provinciales, muchos negocios orientados hacia el turismo y el deporte de invierno son inviables, incluso con ayudas. Hay otros negocios que dependen menos del visitante y sufren menos la crisis

El paro se ha disparado en Jaca, en su comarca y las zonas limítrofes.

Así es, a lo que hay unir los ciudadanos que están en un erte, que permite subsistir. Pero hay una serie de personas que no están en ertes y que, al no haber trabajos temporales, lo están pasando muy mal, al igual que las empresas. El plan de empleo puede ser una solución temporal para esos trabajadores, pero también hay que buscar soluciones para las empresas.

¿Piensa denunciar el escrache sufrido la pasada semana?

Los que nos siguieron fueron una minoría. Pero, por lo demás, No tengo intención de denunciar. No lo voy a olvidar tampoco, pues las cosas ocurren y no se olvidan. Pero no creo que la Administración de Justicia tenga que destinar su tiempo y sus recursos a esta cuestión concreta.