"Gracias a las nuevas tecnologías aparece la idea de que las mediaciones no son necesarias", expresó el catedrático en Filosofía Política, Daniel Innerarity, en la conferencia organizada ayer por la Fundación Giménez Abad. "Los parlamentos no han cambiado nada, mientras fuera de ellos ha cambiado todo", manifestó el letrado de las Cortes de Aragón, José Tudela. Los rápidos cambios sociales y la globalización aparecieron ayer como las principales causas de la crisis de legitimidad del parlamentarismo.

"Pensar que los intereses de los ciudadanos son previos al proceso político es un profundo error", indicó Innerarity, que defendió el papel de la política como el lugar en el que "esos intereses se equilibran e incluso se corrigen". Frente a las posiciones de "la izquierda digital, que cree en la autorregulación de los medios de opinión y la decisión política a través de la agregación de microdecisiones tomadas en la esfera privada", reivindicó la necesidad y la pertinencia del sistema parlamentario. "El clicktivismo no puede sustituir al parlamentarismo", defendió.

No obstante, todos coincidieron en que es un sistema que precisa de cambios urgentes, ante la crisis de legitimidad en que está inmerso. "La política no puede seguir el vertiginoso ritmo de los cambios sociales y, ante la presión de ir hacia sistemas de decisión más rápidos, surge el fenómeno de la judicialización", explicó el catedrático.

Recuperar la función deliberativa e informativa de los parlamentos son algunas de las propuestas. Y también una mayor apertura a los ciudadanos, necesaria para recuperar la legitimidad del sistema de gobierno.