Filósofos de ámbito nacional e internacional tienen una cita ma- ñana en Zaragoza en el II Congreso de la Red de Filosofía, que tiene por lema Las fronteras de la humanidad . Durante dos días, los expertos pondrán en cuestión los límites y retos a los que se enfrenta el mundo en su globalidad.

-¿Cuáles son las fronteras de la humanidad que dan nombre a este congreso?

-Hacen referencia a todos los grandes cambios que estamos viviendo en las últimas décadas. Por un lado se produce una paradoja entre la interdependencia global, donde cada vez más nos reconocemos como humanidad y nos enfrentamos a problemas comunes, como el cambio climá- tico, pero por otro lado, aumentan las desigualdades, los conflictos, los muros… Hemos construido una sociedad insostenible, el cambio climático es el fenómeno más claro. En el congreso también se hablará de los límites en relación con las nuevas tecnologías.

-¿Qué papel tiene la filosofía para solventar estos problemas?

-En contra de lo que han sido las reformas educativas de los últimos años, lo que demuestra este congreso es que la filosofía es necesaria para pensar los problemas del mundo contemporáneo. Vivimos en un mundo cada vez más complejo, donde las propias innovaciones científicas provocan cambios sociales, problemas morales, medioambientales, políticos… Lo que hace la filosofía es intentar conectar los distintos saberes y enseña a reflexionar para contar con criterio. Crea mapas mentales que nos permitan orientarnos en el mundo.

-Para esto es fundamental la educación.

-En España ha habido muchas leyes educativas que han provocado una inestabilidad en el sistema. Ahora hay un acuerdo para hacer un pacto educativo. Fui al congreso a comparecer como presidente de la REF porque tenemos la esperanza de alcanzar una red consensuada por primera vez. El gran cambio de la LOMCE es que ha suprimido ética, ya que había una preocupación por potenciar la religión. Ha pasado a ser una optativa de tan solo una hora, igual que Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato. Pero algunas comunidades autó- nomas, las que se oponen a la reforma, han tratado de preservar esta materia dentro de sus competencias autonómicas, nueve de diecisiete la mantienen como obligatoria. Hay un desequilibrio enorme.

-¿Qué proponen desde la REF?

-Por una parte, que esta materia vuelva a la situación de antes y revisar el currículum para que tenga una unidad como el resto de las asignaturas. Por otra, que se incorpore en la Educación Primaria. No es una materia en sí, es para enseñar a pensar, es una metodología extendida en muchos países y muy activa. Se busca que los niños reflexionen y hablen entre ellos. En los centros que se implanta tiene unos efectos muy positivos porque mejoran el rendimiento de los alumnos en el resto de las materias. No consiste en meterles conocimientos, son técnicas de aprender a pensar, adaptada a la edad. Los diputados se quedaron sorprendidos, no tenían ni idea de que esto existía. Un estudio de una fundación de Gran Bretaña demuestra que en los colegios que se implantó esta iniciativa los niños mejoraron en todas las asignaturas.

-¿Cuáles son las consecuencias para los alumnos que no cursan Filosofía?

-Un desequilibrio en la formación. Hay que darles capacidades mentales, de diálogo, de saber escuchar… Habilidades que no solo son estudiar una asignatura. La educación en España se tiene que adaptar al siglo XXI.