Para los regantes del Jalón, la terminación y puesta en marcha de la presa de Mularroya es vital para el futuro de la agricultura en la zona. De hecho, según sus cálculos, el caudal retenido en el embalse permitirá cumplir las expectativas de regadío en un 95%, frente al 40% con los recursos actuales, dado que el Jalón es un río de caudal muy irregular que no todos los años garantiza un suministro adecuado de agua para los cultivos. Desde su punto de vista se trata de ampliar la regulación con el fin de «garantizar» unos flujos de agua más amplios.

Jesús Ángel Lamuela, responsable de la Junta Central del Jalón, señala que están estudiando la sentencia. «Al quedarnos solos tenemos que hacer un buen recurso», explica. «Pero nuestra intención es iniciar ya el proceso de casación y acudir ante el Supremo», explica. «Sentimos pesadumbre por lo que ha pasado», subraya.

«Nos estamos jugando el futuro de todos los nuevos agricultores, gente muy joven de ambos sexos que, si esto no sigue adelante, tendrán que abandonar sus explotaciones, lo que sería un desastre porque se vería afectada toda la población al perderse habitantes», agrega. «Que nadie se piense que en esta zona somos unos grandes terratenientes», advierte. «Somos personas que nos ganamos la vida trabajando honradamente nuestras tierras», manifiesta Lamuela.

El túnel es asimismo una obra clave en el nuevo esquema de regulación, dado que el río Grío, que desciende de las montañas de la Ibérica, solo aporta entre 15 y 20 hectómetros cúbicos al año de media, para un embalse que, si se llenara, tendría capacidad para más de 100 hectómetros. De ahí que el paso subterráneo, de más de 12 kilómetros de longitud, esté concebido como el medio para dotar al embalse de las aguas captadas en el Jalón a la altura de Embid de la Rivera, cerca de Calatayud. «Se trata de detraer los recursos sobrantes en el momento en que se necesiten», aclara Lamuela, que insiste en que, «al estar en la margen derecha del Ebro», los afluentes no son caudalosos y sufren a menudo largos periodos de sequía que los vacían todavía más.

Ahora mismo se han completado ya en torno a 2,6 kilómetros del túnel, que ha empezado a hacerse el pasado noviembre cerca de la cola del embalse, es decir, en el paraje de Mularroya, para desde allí ir excavando en dirección a Calatayud.

Aurelio Alarés, regante de La Almunia, señala que él no esperaba «en absoluto» una sentencia contraria a los intereses de los horticultores. «La resolución hace muchísimo daño a los regantes y a las industrias de la zona», afirma este afectado, que se dedica al cultivo de cerezas y albaricoques. Por su parte, Valero Serrano, agricultor de Épila y miembro de la junta de gobierno de los regantes del Jalón, considera que la sentencia «ha supuesto un varapalo muy fuerte para la comarca e incluso para toda la provincia de Zaragoza».

Señala que no solo la agricultura dependen de los nuevos caudales que debe aportar Mularroya, sino también la industria y la ganadería. «La noticia ha caído como una bomba, la gente está muy afectada, pues da la impresión de que se ha emitido el fallo sin tener en cuenta lo avanzada que hasta la tramitación y la ejecución del embalse», indica. «No tiene sentido que se quiera parar una obra que está hecha al 70% y que además es de interés general», apunta Serrano, que recuerda que fue el propio Gobierno de la nación el que dio la orden de poner en marcha el proyecto porque se cumplían todos los requisitos que justificaban la construcción de la presa.