L a Universidad de Zaragoza es la segunda de España en cuanto a capacidad de financiación con recursos privados. Así lo explicó ayer el presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza, José Luis Marqués. Eso sí, se trata de un dinero finalista: va a parar a unos proyectos determinados y la institución no tiene la posibilidad de distribuir el gasto conforme a su propio criterio.

Algo, a juicio de Marqués, que sitúa a la universidad en una posición "más favorable" que el resto. Las palabras del responsable del organismo llegan un día después de que el Gobierno de Aragón conminara a la institución académica a buscar más apoyo financiero del sector empresarial. De cara al 2012, la DGA espera que la universidad subsista con menos dinero público, algo que ha sido criticado desde el entorno académico.

EN LAS CORTES El presidente del Consejo Social realizó estas declaraciones durante su comparecencia ante la Comisión de Educación de las Cortes de Aragón, a petición CHA, para informar sobre la opinión del órgano asesor en relación con la creación, modificación y supresión de centros y enseñanzas en la universidad pública y, en concreto, respecto a los estudios en los campus de Huesca y Teruel.

En este sentido, Marqués apostó por convertir los campus de Huesca y de Teruel en "especializados" y no generalistas, como una forma de mantener la descentralización de la institución universitaria aragonesa y de atraer a más estudiantes. A juicio del presidente del consejo, los "problemas" de la Universidad de Zaragoza "no están" en la Universidad San Jorge, sino en el contexto económico y social "general".

A su juicio, un justo nivel de competitividad es "saludable", y si se hacen las cosas "bien", ambas universidades pueden salir reforzadas de una competencia "sana y equilibrada", para que puedan "coexistir y fertilizarse mutuamente".

También se refirió a las condiciones financieras que atraviesa la institución académica. Marqués reconoció que la universidad "pasa por dificultades" en cuanto al pago del gasto corriente, un problema que tienen todas las universidades. Por ello, defendió los "esfuerzos" que hace por mejorar la eficiencia y por conseguir fondos adicionales.