El Congreso de los Diputados reanudó el pasado martes la actividad parlamentaria. Bastaba pasear por las inmediaciones para saber que sus señorías volvían al trabajo. Coches oficiales, seguridad en cada esquina y parlamentarios entrando y saliendo. Ni siquiera los turistas podían pararse más de dos minutos a descansar en la escalinata de acceso al Congreso. Cuestiones de seguridad: era el primer pleno de la legislatura tras la toma de posesión del nuevo presidente, Mariano Rajoy. Los diputados ocupan sus escaños.

Entre los 350, Aragón cuenta con trece voces. Eloy Suárez (PP), Pilar Alegría (PSOE) y Chesús Yuste (La Izquierda Plural - CHA) fueron los tres cabezas de lista por Zaragoza en las últimas elecciones. Suárez y Yuste se estrenan en esta tesitura, aunque llegan bien entrenados después de ser parlamentarios en las Cortes de Aragón. Alegría es la veterana de los tres, porque la de Rajoy fue su segunda toma de posesión, después de la de Zapatero en el 2008. Aprovechando el inicio de la nueva legislatura, EL PERIÓDICO reúne a los tres para hablar de los temas que afectarán a Aragón en los próximos cuatro años. Los diputados se escaparon durante media hora de la sesión y confrontaron sus opiniones en torno a dos tés, un cortado y algo de picoteo.

Perspectivas

"Complicada" es la palabra en la que coinciden para definir cómo será la legislatura. Aunque Alegría y Suárez le echan algo de optimismo al asunto y reconocen que serán cuatro años "interesantes" y de "intenso trabajo". El segundo tiende una mano al anterior Gobierno y dice que lo que se avecina es un "reto apasionante" y que "hay que mirar al futuro porque mirar al pasado tiene poco sentido". Yuste se atreve a definir esta nueva etapa como "terrible", desconfía de la voluntad de acuerdos del nuevo Gobierno popular y habla de "involución económica y social" en Aragón.

El tema del trasvase tarda poco en salir a relucir. Es Chesús Yuste el que lo saca y cada uno tiene su interpretación de las palabras que pronunció el pasado 1 de febrero, el ministro Miguel Arias Cañete. El nuevo Plan Hidrológico Nacional que pretende aprobar el Ejecutivo basado en la "solidaridad" entre comunidades significa para Yuste inevitablemente un trasvase del Ebro.

El diputado de La Izquierda Plural apunta que en la comisión, "sin papeles y cuando estaba más relajado", el ministro de "Agricultura y un poquito de Medio Ambiente" repitió la palabra trasvase y excedentes "en cuatro ocasiones". "A los españoles lo que les preocupa es el paro", replica el popular, Eloy Suárez, quien añade que esto son "juegos florales para hacer oposición". "Lo importante son las obras del Pacto del Agua, porque el PSOE ha sido un absoluto fracaso en este sentido y CHA solo se ha dedicado a dinamitar la construcción de obras", puntualiza Suárez.

Yuste recuerda a Suárez que los ayuntamientos tienen derecho a defenderse por la vía judicial y que "en algún caso" han ganado. "No, los han perdido todos", responde el diputado del PP, y añade que "de todos modos este pacto lo decidirán las comunidades y no como presuponga CHA". "Sí, pero no hay que olvidar que ahora casi todas las comunidades y el Gobierno Central están presididos por el PP", recuerda Pilar Alegría.

En cuestión de infraestructuras, hay consenso: el desdoblamiento de la N-II y la N-232 y el impulso a la Travesía Central Pirenaica son los proyectos prioritarios.

Aunque coinciden en que la austeridad de los presupuestos supondrá el principal escollo para llevar a cabo estas obras tan largamente demandadas en Aragón. "Sabemos que la ministra (Ana Pastor) nos va a decir que hay que ajustarse pero se trata del eje carretero entre las dos principales ciudades de España y el único tramo sin desdoblar está en nuestra comunidad-", arguye Yuste en referencia a la N-II. La socialista Pilar Alegría se muestra pesimista y tiene poca confianza en que el desdoblamiento de ambas vías se pueda llevar a cabo en esta legislatura. "Pero cuatro años son muy largos, no demos nada por perdido", reconoce después. Eloy Suárez evita el tema de los recortes del Gobierno popular y argumenta que en instituciones controladas por el PSOE, como el Ayuntamiento de Zaragoza, en el que es portavoz, están llevando a cabo la misma política de ajustes. "Pero estamos en Madrid, Eloy", le recuerda Yuste. Los tres están de acuerdo en que la TCP es el proyecto más viable en estos momentos.

¿Y qué hay del llamado peso de Aragón en Madrid? Alegría y Yuste opinan que tener ministros de la comunidad autónoma, o secretarios de Estado, siempre ayuda, porque son más sensibles a los problemas. "Sí, pero parece que a (Luisa Fernanda) Rudi no le interesaba colocar aragoneses en Madrid y de hecho, el único que está parece ser que es a pesar de-".

"Bueno eso es una teoría muy particular de Chesús", interviene Suárez, "yo creo que con la influencia de la presidenta Rudi y nuestro trabajo aquí será suficiente". "Víctor Morlán hizo un buen trabajo como secretario de Estado de Fomento, si ahora Mario Garcés lo hace mejor como subsecretario, pues bienvenido sea", responde Alegría.

Y con esta idea, los diputados abandonan la mesa. Toca votar en el Congreso y no pueden faltar. Porque al final, haya influencia aragonesa o no, todos los votos cuentan.