«¡Abajo capirotes¡» No, no se asusten, que no me he vuelto loco lanzando proclamas en contra de la Semana Santa. Es la orden que nos indica que debemos bajar el antifaz del capirote y que nuestra procesión está a punto de comenzar. Mi fila es la primera que sale a la calle y repaso mentalmente las instrucciones; «Empezáis a tocar al pasar la puerta, en bajo. Avanzad hasta llegar a la segunda vía y girad. Despacio, no corráis». Seguimos tocando en bajo hasta llegar al punto indicado y con la formación completada subimos el toque para que nuestros pasos salgan a la calle.

Cuando empezamos el recorrido pienso en las procesiones de otras cofradías con las que podemos cruzarnos, porque hoy una decena de cofradías tomamos el centro. Siempre me ha llamado la atención cómo es posible que, en un día como hoy, en el que hay muchas cofradías en la calle, la mayoría de ellas recorriendo el centro de la ciudad, encajen todas las procesiones de una forma tan precisa. Pues eso es posible gracias a la inestimable labor de la comisión de recorridos de la Junta Coordinadora, que lleva meses estudiando todos y cada uno de los recorridos y horarios propuestos por cada cofradía.

Personas que durante esos días se encargan de proyectarlos sobre plano, de hacerlos paso a paso en la calle, de calcular los tiempos de paso de cada cofradía, algo que, teniendo en cuenta las distintas características de cada una y de cada procesión, el número de cofrades que salen, o si tienen o no paradas de predicación, se antoja una tarea harto difícil. Una labor que tiene como objetivo que todas las procesiones discurran con total normalidad. Durante nuestra procesión los veo en cada punto estratégico, debidamente identificados.

Me dice el cetro de nuestra sección que llevamos adelanto con respecto a nuestro horario previsto, lo cual hará que lleguemos a uno de los cruces que tenemos antes que la otra cofradía. Esa es otra de las funciones de la comisión de recorridos, determinar en estos casos qué cofradía tiene que pasar primero por cada punto, de forma que no haya conflictos. Dado que vamos con adelanto y la otra cofradía va en su horario, tenemos que esperar a que pasen ellos. Por suerte no es mucho rato y enseguida volvemos a ponernos en marcha. También puede pasar que una cofradía llegue tarde a un cruce y pierda su derecho de paso, algo que también tiene que decidir la comisión.

Y a la hora de los cierres en la iglesia de Santa Isabel, permítanme decir San Cayetano, deben controlar el tiempo que puede estar cada cofradía en la plaza, para que la siguiente pueda hacer también su cierre.

Llegamos a la iglesia de Santo Tomás de Aquino, de las Escuelas Pías, con tiempo, por lo que podemos alargarnos un poco en el cierre, aunque teniendo en cuenta que tendremos que dejar paso en breve a la cofradía del Silencio, que llegará hasta la iglesia de San Pablo.

Nuestros tambores callan y al toque de las cornetas damos por finalizada la procesión, pero la noche aún no ha terminado y me voy a ver a alguna de las cofradías que aún quedan en la calle.

*Miembro de Ámbito Cofrade