El presidente de Aragón, Javier Lambán, abrió ayer la puerta a trasladar el comedor a las aulas el próximo curso escolar como alternativa para minimizar el impacto de un posible rebrote en los centros educativos. Así lo manifestó ayer en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, en la que también analizó otros planteamientos en los que trabaja el departamento de Educación ante la inminente vuelta a las aulas en un contexto marcado por el coronavirus. «Que incluso el comedor deje de habilitarse de una forma común y que las comidas se hagan en el aula donde los niños desarrollan sus tareas docentes. Se trata de aminorar lo más posible los efectos de los contagios y que cuando existan no haya que cerrar colegios enteros», señaló el líder del Ejecutivo autonómico.

Lo cierto es que esta propuesta ya existía sobre el papel, en los planteamientos que a finales de junio se veían lejanos en el «escenario 2» de regreso a las aulas que contemplaba la posibilidad de que se produjeran casos positivos o rebrotes en los centros. Ahora, después de un mes con contagios al alza, con al menos 400 casos diarios de media, las propuestas sobre el papel empiezan a cobrar fuerza. Pero fuentes del departamento de Educación declinaron ayer señalar cuáles de las alternativas previstas en el plan de contingencia cobran más fuerza de cara al regreso a las aulas. Desde el pasado viernes, el consejero de Educación, Felipe Faci, y el propio presidente Lambán, han intensificado las reuniones con los distintos representantes de la comunidad educativa para analizar en qué condiciones deberá producirse.

Se está trabajando en «protocolos específicos» de la mano de la consejería de Sanidad que se darán a conocer a finales de esta semana o comienzos de la próxima a los centros educativos. Y se continúa trabajando a tres niveles: con el plan de contingencia que prevé los distintos escenarios en función de la evolución de casos, el plan de refuerzo educativo y el plan de digitalización. Lambán reconoció que «el hecho de que el verano no haya transcurrido como esperábamos nos ha hecho modificar nuestras previsiones y lo que estamos pensando es que en Infantil y Primaria la vuelta al colegio sea lo más normal posible, con presencialidad absoluta, y que en los últimos cursos de la ESO y Bachiller se pueda combinar la enseñanza presencial con la enseñanza telemática».

La conciliación y la brecha digital serán los otros dos retos que deberán afrontarse el nuevo curso. Lambán señaló en la misma entrevista que «el problema de la conciliación se produce en las etapas educativas más tempranas, por eso se plantea que en estos casos la educación hasta donde se pueda sea presencial». Y para cuando haya que recurrir a la enseñanza telemática, recordó que se han habilitado partidas presupuestarias «para que las familias que carezcan de los medios necesarios los adquieran con ayudas del propio Gobierno». Y por último, afirmó que «lo cierto es que va a haber rebrotes, va a haber contagios en los colegios, y eso lo tenemos que prever y nos tenemos que acostumbrar a que sobre la marcha habrá que improvisar medidas nuevas».

Por su parte, la ministra de Educación, Isabel Celaá, está en contacto con los consejeros autonómicos para trabajar en el diseño de un inicio de curso «seguro», en el que se confía en priorizar la presencialidad, especialmente en las etapas inferiores.

La ministra aseguró que «los centros han preparado planes siguiendo las recomendaciones sanitarias porque la escuela es insustituible». No obstante, falta por conocerse las medidas finales que se adopten en la Conferencia de Presidentes prevista para la semana que viene entre Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos sobre el inicio del curso escolar.