El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, confió ayer en las Cortes de Aragón en que el Gobierno central abone antes de final de año las entregas a cuenta de la financiación autonómica, que según fuentes del Ejecutivo autonómico ascenderían a alrededor de 160 millones de euros. No se mostró tan optimista respecto a otros conceptos, como la liquidación del IVA pendiente del 2017, el impuesto de hidrocarburos o las cantidades afectadas por la fijación del objetivo de déficit, que podrían elevar el montante a 400 millones de euros. Unos ingresos vitales para cuadrar las cuentas en el actual contexto de presupuestos prorrogados, tanto a nivel estatal como autonómico.

La impresión de Lambán fue ratificada por la propia ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, quien afirmó, en una entrevista en Antena 3, que «casi» tiene la solución para resolver estas entregas a cuenta, a expensas del trabajo de los técnicos del ministerio, y que llegarían antes del 15 de diciembre.

CONSTRUCTIVO / Lambán trató sobre la financiación autonómica en respuesta a la pregunta al respecto del presidente autonómico del PP, Luis María Beamonte, que estuvo inusualmente constructivo. Ofreció un pleno respaldo de su grupo parlamentario, y del PP estatal, a cualquier iniciativa del PSOE que inste al Gobierno de Pedro Sánchez a inyectar liquidez. Por ejemplo, como «crédito no retribuido» o vía decreto ley, que, como recordó Beamonte, se estilaba mucho en los célebres viernes sociales del Consejo de Ministros. «Si algo procede es que la ministra diga algo y que el Consejo de Política Fiscal y Financiera se reúna, que lleva 13 meses sin hacerlo», apuntó.

Tan colaborador estuvo Beamonte que Lambán, agradecido por el tono, reconoció socarrón que, «en previsión de otro tono, había traído munición», en forma de reproches al PP, al final innecesarios.

El buen ambiente se extendió por todos los grupos, de acuerdo a la hora de exigir una mejora de la financiación autonómica. Ya por la tarde, esta unión cristalizó en la aprobación por unanimidad de una moción de Ciudadanos (enmendada por el PSOE) sobre el particular. Aunque esta llegó con algún reproche de la diputada popular Carmen Susín a su homólogo de Cs, José Luis Saz, por ir «a remolque» de lo que habían acordado Lambán y Beamonte por la mañana.

SIN COMICIOS / El buen ambiente se enturbió por la tarde con otras mociones, pero en ningún momento se aludió a la convocatoria de elecciones generales, quizá porque ya la valoraron anteayer. Ni Lambán atendió a las peticiones de valorarlas ante los medios, ni apenas ningún diputado lo sacó a colación en sus intervenciones.

Volviendo a la financiación, Lambán apuntó que no solo espera estos ingresos sino la fijación de indicaciones sobre el techo de gasto, porque preparar unos presupuestos sin ellas es como «jugar a la gallinita ciega». Un presupuesto restrictivo no se puede ampliar, pero uno expansivo puede conllevar incumplimientos (y luego sanciones), resumió.

El presidente, y los portavoces de todos los grupos, reiteraron la necesidad de reformar la financiación y conseguir una armonización fiscal. Aunque esto, consideró Lambán, es incompatible con el dumping, bajar impuestos autonómicos y luego pedir compensaciones estatales.

Su declarada táctica seguirá siendo reforzar un lobi de comunidades despobladas, como se escenificó la semana pasada en León, porque sus intereses son contrapuestos a los de las comunidades más populosas, que quieren que siga primando el criterio demográfico al repartir el dinero. Amén de seguir exigiendo que se cumpla la financiación bilateral que contempla el Estatuto de Autonomía de Aragón.