El consejo interterritorial sanitario de este miércoles será el encargado de decidir si se puede adelantar el toque de queda en las comunidades a las ocho de la tarde. El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha considerado tras una reunión en el Ministerio de Cultura que no sería "descabellado" dar ese paso, algo que consideró necesario para afrontar la recta final de la pandemia. En todo caso, que exista esa posibilidad no significa que a corto plazo las restricciones en la comunidad cambien. "Por ser optimista estamos tocando con los dedos el fin de la crisis, por obra y gracia de la vacuna, pero tenemos que seguir colaborando las comunidades con el Gobierno de España en términos de lealtad", ha sostenido.

En la gestión sanitaria se han vivido dos fases, según ha recordado el dirigente socialista. "Cuando el Gobierno de España asumió la gestión del Estado de alarma funcionamos con lealtad, y cuando ha pasado a las comunidades también la aceptamos sin reticencia, asumiendo nuestra responsabilidad con todas las consecuencias".

En este contexto ha señalado que en Aragón existe una herramienta jurídica que sirve para regular las restricciones que se les imponen a los ciudadanos. "Aragón ha sido la única comunidad que ha hecho una ley específica para hacer frente a la pandemia, desde entonces hemos ido respondiendo a los retos que se planteaban", ha explicado. Aunque eso sí, sin tener la gestión de las policías, algo que Lambán ha reclamado en diversas ocasiones.

Con todo, al reconocer que la norma que regula el Estado de alarma no estaba diseñada para afrontar este tipo de situaciones, confía en que los cambios en la extensión del toque de queda puedan salir adelante "sin demasiados problemas" y quizá sin necesitar el trámite del Congreso de los Diputados.

Sobre la polémica del consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, que ha negado que vaya a dimitir por vacunarse tanto él como funcionarios y altos cargos de la Consejería y del Servicio Murciano de Salud (SMS), ha considerado que no le corresponde indicar qué decisión debe tomar. Pero sí que ha rechazado su comportamiento. "No me parece responsable, ni aleccionador, ni ético que un responsable político se salte las prioridades en beneficio propio, me parece un conducta bastante rechazable", ha zanjado.